Investigación en Arte: Tesina sobre "Las poéticas en la creación pictórica de Roberto Matta" autor Roxana Corvaglia





Introducción

 

   En esta investigación en arte, sobre las poéticas en la creación pictórica de Roberto Matta, se intentará realizar un análisis desde las concepciones teóricas de este pintor sobre arte, pintura y ser artista. Cómo estas definiciones fueron modificando y marcando su accionar en los diferentes períodos de su pintura. Así también cuales fueron sus procedimientos, medios, materiales, técnicas y soportes.  Para ello reuniremos material existente de entrevistas, artículos y catálogos junto al análisis de algunas de sus principales obras. Por otra parte, sobre este artista pudimos encontrar estos escritos que acompañan su obra plástica, pero no existen investigaciones sobre las poéticas, que reúnan justamente lo que aquí analizaremos.
     Este trabajo, se originó a partir de la búsqueda de artistas informalistas con la  intención de conocer las características de la pintura no tradicional. Matta es considerado  uno de los pintores de abstracción surrealista y junto con ello un valioso eslabón del arte latinoamericano, pero no fue este el único movimiento artístico al que perteneció. Sino que por el contrario, además de haber transitado y explorado las diversas disciplinas del los lenguajes artísticos como lo son: el diseño, la arquitectura y la poesía hasta dedicarse de lleno al arte visual. Tampoco permaneció inmóvil en un movimiento pictórico debido a su espíritu inquieto y creativo, de tal modo que  fueron cambiando sus ideas acerca del arte y junto con ello su obra.     
    Por estos motivos, nos detendremos en cada una de las diferentes etapas en la pintura de este artista, analizando sus concepciones teóricas y como estas dejaron huella en su accionar plástico. Con todo ello lograremos conocer justamente que es lo que motiva su pintura, cuál es su intención con ello y fundamentalmente descubrir que esto ha ido mutando y trasformándose marcando los diferentes momentos en su trayectoria.
   En síntesis, el propósito de esta investigación es realizar un relevamiento y análisis de los procesos, métodos y técnicas de la creación artística en la pintura, junto a las concepciones teóricas del artista chileno Roberto Matta. Basándonos no sólo de las características semánticas y sintácticas de su pintura, sino que también de sus declaraciones en entrevistas  y escritos dónde se pueda conocer el proceso de realización de su obra y las concepciones ideológicas sobre esta actividad que marcaron, sin duda un rumbo.   Con la intención de poder capitalizar esta nueva información, para reflexionar a cerca de la creación artística considerando estos nuevos conceptos aportados por dicha investigación, tanto en el desarrollo pictórico personal, como un aporte a las investigaciones en arte, y  el perfeccionamiento de la actividad docente.
   En razón de todo ello, analizaremos en cinco capítulos la trayectoria de este artista, deteniéndonos en cada uno de los cambios de su poética, que sin duda han marcado los diferentes  periodos de su pintura. Apoyándonos en el análisis de algunas de sus obras como así también en sus ideas.






Las poéticas en la creación pictórica de Roberto Matta.




1.    ¿Porqué hablar de poéticas?


Esta investigación acerca de las poéticas de la creación pictórica de Roberto Matta, tiene la  intención de conocer las características de sus procesos teóricos y prácticos a la hora de la  realización de su pintura.  Se intentará describir cuáles son los procesos artísticos puestos en juego, para ello consideraremos relevante destacar que concepción tomaremos en cuando a la investigación de las poéticas.
Cuando hablamos de poéticas nos referimos a las concepciones teóricas, relacionadas a su quehacer, concepciones acerca del arte, del artista y de la pintura  adoptadas y valoradas por un artista determinado y cómo estas influyen en los procesos, métodos, materiales, procedimientos y técnicas elegidas para la realización de su obra. Al respecto Sandra Rey, afirma que:

”Poética comprende el estudio de la invención de la composición, la influencia de la cultura y del medio. Y por otro lado, un análisis de técnicas, procedimientos, instrumentos y materiales, medios y soportes de acción. Valery nos habla de la poética como “un conjunto de estudios que se dirigen a una punto de vista de instauración de la obra de arte”[1]

Por lo cual, una investigación  “En Arte”  se encuentra directamente ligada al concepto de poética, dónde lo que se investiga es el camino que transita un artista sobre su proceso de creación, que conceptos son puestos en juego y de que manera estos forman parte de la obra. En cambio una investigación “Sobre Arte” esta referida sólo a la historia del arte, donde se analiza el contexto con relación a la obra y viceversa, sobre un producto final.
En nuestro caso en particular, si bien no describiremos un proceso propio, analizaremos que conceptos sobre arte, artista y la pintura son respetados por este artista y como estos se condicen con los  procesos, métodos, materiales, procedimientos y técnicas utilizados durante la creación de la obra de Matta. No analizaremos sólo el producto final, sino que también su proceso “el durante” de  la creación, con todas sus implicancias. Estos fundamentos a los que encontramos ligados a los que también menciona Noé cuando dice que: …”la obra no es la que uno termina de hacer sino que la obra es el camino que uno camina”[2]  Es por ello que aquí realizaremos una investigación en arte, dónde nuestro objeto de estudio será el camino que transita el artista antes y durante la creación plástica.
Por lo tanto las concepciones teóricas que tienen los artistas, delimitan el campo de acción en el que se mueven. Intentaremos definir qué criterios y conceptos valora el pintor chileno Matta a cerca del arte, los artistas y la pintura. A la hora de decidir qué pintar, para qué y cómo se llevará a cabo, este grupo de definiciones influyen como antes mencionamos en la práctica pictórica ya que aquí se fundamentan y encuentran sus bases conceptuales.

Al hablar de una investigación de las poéticas de la creación pictórica de Matta. Consideraremos relevante definir un concepto de pintura, que sea compatible con las ideas y la obra de este pintor. Precisamente, Luis F. Noé la define del siguiente modo:

”Eso concreto que se llama pintura es, antes de trasformarse en imagen, sólo colores, líneas, y espacios que se interrelacionan. La pintura es, por ello, en sí misma, abstracta, dado que sus elementos integrantes lo son. Aquello que es figurativo es el mundo que nos rodea y nosotros mismos. El pintor nutrido de  abstracciones va concretando imágenes como una forma de asir lo que lo rodea o como una forma de  dar presencia a lo que no tiene, pero es presentido.”[3]

Al respecto, Noé nos explica la diferencia que existe entre los lenguajes artísticos, de otros tipos de lenguajes. En el arte los códigos no están prefijados como en otros lenguajes, sino que estos son establecidos durante la comunicación y no con  anterioridad. Los artistas, los pintores inventan y reinventan los códigos en la aventura creativa de realizar una obra rompiendo fronteras; estableciendo una comunicación abierta con los espectadores.
Ya hemos logrado definir la pintura a partir de los lenguajes artísticos apoyándonos en los escritos de Felipe Noé, una pregunta que debemos hacernos cuando hablamos de pintura es: ¿qué es pintar? En la investigación de las poéticas justamente analizaremos que entiende el artista por ello a la hora de realizar su obra.
Pues bien, a partir del lenguaje visual, el artista compone  genera imágenes figurativas o no, son abstracciones que hablan no sólo del contexto, sino del pintor en si.  La pintura habla de la vida. Todos lo que pintamos sabemos que esta actividad es casi privada dónde a partir de un determinado código visual nos expresamos, reflejamos cuestiones internas independientemente del tema que nos motive.
Pues bien cuando decimos que es una actividad casi privada, nos referimos a que la pintura  además de ser o convertirse en un reflejo del alma del pintor, este último lo hace para sí mismo, a partir de sus inquietudes, de su historia,  de sus gustos, creencias personales y para su propio goce estético. En segundo plano, sabe que existe un espectador y que este va a estar frente a su obra, pero en una comunicación libre sin códigos prefijados ni reglas para entenderla.

…”Pintar es ante todo crear la magia del instante que recogerá la mirada del espectador, aunque el pintor no piense en este, pero sí en ese instante del encuentro.” …“¿Qué es pintar? es una manera de ir sabiendo  aquello que uno piensa que de otra manera no puede saber, dado que pensamiento y lenguaje están intrínsecamente unidos. Al revés del pensamiento construido con palabras -que parte, por lo tanto, de conceptos concretos para llegar a abstracciones- la pintura parte de abstracciones para llegar a concreciones.”[4]

Por lo tanto, si consideramos las obras de Matta desde estas concepciones, las mismas son una conjunción de sus planteamientos teóricos, su visión particular ante la vida, el amor, el aprender, la creatividad y la invención  producto de su reflexión, meditación, humor, espíritu libre y activo.  
En cuanto a las temáticas de sus obras estas están ligadas a “la relación del hombre con la tierra”, de esta relación subyacen el amor, la política, la vida, la naturaleza, lo telúrico y el hombre. Los conceptos de ver, pintar, escribir, viajar, amar se mezclan con la visión personal del artista sobre el mundo, el arte, la política y el ser. Esta “relación del hombre con la tierra”, es representada de forma filosófica y sublime mediante el espacio, el color, los trazos automáticos y espontáneos, la mancha divergente, los materiales y su relación con ellos, donde fusiona la fantasía, la invención y la libertad. Lo que luego será trasformado en arte social, a raíz de nuevas concepciones del artista sobre lo que entiende por pintura y la función del arte; y este giro fundamental en sus concepciones será trasladado a su obra y a sus procedimientos. Por esta razón es que analizaremos  en el capítulo siguiente como fue la relación de Matta con los diversos lenguajes artísticos, cómo estos fueron integrando y complementando.



[1] Rey Sandra, De la práctica a la teoría: “Tres instancias metodológicas sobre la investigación en poéticas visuales”, en Porto Arte Revista de Artes Visuales. Porto Alegre, Instituto de Artes. 1996 Pág. 1
[2] NOÉ, LUIS FELIPE.  Noescritos, sobre eso que se llama arte  Argentina. ED. Adriana Hidalgo.1996. Pág. 86
[3] NOÉ, LUIS FELIPE.  Noescritos, sobre eso que se llama arte Argentina. ED. Adriana Hidalgo.1997. pag 85
[4] Op.Cit. pag 86






1.    Los inicios en la carrera de Roberto Matta.


2- 1.  Su relación con los diferentes lenguajes artísticos.

En su carrera, Matta ha incursionado en diferentes lenguajes artísticos la arquitectura, la poesía y luego la pintura junto con ella el muralismo, el grabado, la escultura y el arte digital. Su formación profesional comienza graduándose en 1932 como arquitecto en su país natal Chile. En ese período también tomo clases de pintura en el taller de Hernán Gazmuri, pintor cubista que había estado en Francia, con quien aprendió dibujo. Así también fue fundamental en su formación el vínculo que estableció con el arquitecto Sergio Larraín García Moreno, uno de los introductores del modernismo arquitectónico en Chile y de las ideas de la Bauhaus, quien habría influido en su Tesis de Graduación, la cual consistió en la oposición al racionalismo por medio de un constructivismo orgánico inspirado en el cuerpo humano donde propuso un mobiliario con paredes “como lienzos mojados” para liberar al hombre de su pasado y del ángulo recto.
Inmediatamente de su graduación parte de Chile, en busca de nuevas experiencias, afirmando no sentirse ligado, ni identificado con su lugar de origen. Muchos años después en una entrevista telefónica en Roma Matta analiza esta situación:

“Al graduarme de arquitecto fundé una fábrica de muebles en Santiago, luego fui marinero por algunos meses, se puede decir que huía de mi familia, de su aristocracia decadente. En 1933 llegué a París y busqué a Le Corbusier quien estaba en la cúspide de su celebridad; tenía la idea de que era imposible trabajar con él, sin embargo era muy fácil debido a que a nadie le pagaba. Usaba unos inmensos anteojos que parecían lupas y me trataba como a un simple mensajero. Creo que era un hombre desdichado. Una vez me envió a Rusia con unos planos y pasé casi dos meses en Moscú, donde tuve oportunidad de estar en los funerales de Gorki. Pero luego me volví surrealista.”[1]

Como él mismo relata, en 1933 ante el avance de la dictadura de Ibáñez, inicia su viaje a Europa. Donde decide abandonar todo y  embarcase en la marina mercante con la Compañía Trasatlántica. Después de seis meses de travesía y luego de recorrer Yugoslavia, Grecia, Italia, España, Alemania, Austria llega finalmente a Francia.

”Yo me fui casi conscientemente para que las cosas fueran más ciertas. Para hacer política hay que estar en una historia, en una cosa que está pasando y que puede más o menos cambiar de rumbo; pero el excluido no está en su historia sino en la historia de otros. Entonces la política que él hace no puede ser sino revolución, es decir, no puede ser sino para cambiar su situación, porque así como esta la cosa, a él no le sirve para nada.”[2]

 En 1934 llega a París donde al trabajar en el estudio de Le Corbusier, colabora con el proyecto de la Villa Radieuse e idea chalets orgánicos para la Costa Azul. Un año más tarde viaja a España donde conoce por medio de sus tíos a Maruja Mallo, Rafael Alberti, Manuel Ángeles Ortiz, Pablo Neruda y Federico García Lorca.
En 1935 realiza un viaje por Finlandia y conoce a Alvar Alto. Mas tarde viaja a la Unión Soviética y durante algún tiempo se dedica a trabajar en diseño. Luego en 1936 en un viaje de trabajo a Moscú, conoce a la poetisa Gabriela Mistral quien lo introduce en el mundo de la poesía de José Martí y las Brigadas Culturales mexicanas de  Vasconcelos relacionando la tarea de los intelectuales con la de los maestros de escuela. Al mismo tiempo,  descubre la concepción estética de Marcel Duchamp, sobre todo la idea de “passage”, a través de un artículo sobre el artista publicado en los Cahiers d´Art, Nº 1- 2, titulado “Coeurs volants”, escrito por Gabriel Buffet- Picabia. También visita Londres donde se relaciona con Moholy Nagy, Gropius, Magritte y Henry Moore.
Así entonces, Matta comenzando con  nuevas amistades y relaciones sociales inicia un camino artístico, dónde a partir del diseño y la arquitectura toma contacto con la poesía lo que se volverá luego una de sus pasiones. Esta será guía en futuras técnicas como lo son el automatismo y el expresionismo abstracto en su actividad plástica tanto para el dibujo como para la pintura.


2- 2.  De la arquitectura a la poesía, el dibujo y la pintura.

El 31 de diciembre de 1936 escribió en Estocolmo, “La tierra es un hombre” homenaje a García Lorca, quien había sido asesinado poco antes, este homenaje fue como un símbolo para aceptar, comprender y despedir a un amigo, figura clave para entender las iniciaciones en la plástica de la trayectoria de Matta. En la misma entrevista telefónica en Roma que antes mencionamos él mismo nos habla de su amistad con García Lorca y como fue que lo conoció:

 “A él lo conocí por mis tíos en Madrid. Recuerdo que organizaba reuniones y fiestas en la casa de ellos, tocaba el piano, entraba a la cocina y disponía de todo como si fuera suyo. Era una personalidad arrolladora. Yo le escribía a mi tía cartas en papel verde desde París, porque era el más barato, y Federico las leía frecuentemente dada la confianza que existía con ella; por eso cuando meses más tarde me lo presentaron, el poeta andaluz me dijo mofándose: al fin conozco a alguien que escribe en papel verde; por fortuna en ese momento yo no sabía quien era él porque me habría sentido intimidado. En esos días empezó la Guerra Civil Española y por precaución, debido a mi condición de extranjero, me fui a Portugal y allí me enteré del asesinato de García Lorca… Fue un momento desgarrador para mí, por suerte Gabriela Mistral me acogió en su casa donde permanecí por algunos meses y pude conocer su gran disposición para la rebeldía, para la revolución. Un día le hice saber que estaba enamorado de ella, y abrazándome con ternura afirmó que yo podía ser su nieto. Era una mujer de una extraordinaria generosidad”...[3].

En 1937 es contratado por Joseph Luís Sert, para colaborar en el Pabellón español de la Exposición Universal de París. Es esta una situación fundamental para afianzar  sus relaciones artísticas y sociales, que le permitieron conocer a Picasso, al que tiempo después visita en su taller personal en varias ocasiones mientras realizaba el “Guernica”. Esta influyo posteriormente en  algunas obras de Matta de grandes formatos realizadas en Nueva York según los críticos quienes veían en sus imágenes reflejos de violencia y tortura. Matta declaró en una entrevista a Félix Guattari:…” Picasso me enseñó mucho, pero más bien por el lado de la arquitectura, de la composición”.[4] Durante este tiempo, conoce a Joan Miró, Alexander Calder y Esteban Francés. De todos los artistas que conoce el que más le influyó fue el escultor Alberto Sánchez. A quien  recuerda con afecto y considera que  fue uno de los responsables de que abandonara la arquitectura a favor de la poesía. Y es en esta etapa donde incursiona en técnicas de dibujo basados en el automatismo, guiados por la intuición poética.
Esta técnica consiste en generar a partir la libre intuición,  y creatividad espontánea, dejando actuar el inconsciente desde de movimientos automáticos, es decir sin ser premeditados en relación a lo que deseamos o quisiéramos hacer, sino que por el contrario dejar fluir movimientos inmediatos, de los cuales resultarán líneas trazos y figuras únicas libres de formatos y standares. Esta técnica o movimiento fue utilizada por algunos surrealistas y encuentra sus bases y fundamentos en la teoría freudiana y en la teoría analítica. Al respecto, Matta afirma que: 

La poesía fue la ciencia en el pasado y tenemos la opción de que la ciencia sea la poesía del futuro, y que se fusionen. Ella es el là-bas, el último peldaño, es una reveladora de signos. Si yo siembro en mi interior el dolor, la locura, la destrucción, el amor, como lo hace el poeta, puedo percibir cosas que cotidianamente están ocultas, develar lo que se esconde para la mirada convencional, extraer la luz subterránea. De todo lo que conozco, sé que es la poesía nuestra última oportunidad de supervivencia.”[5]

En síntesis, como antes mencionamos este pintor inició su búsqueda artística siendo ya estudiante de arquitectura  donde de forma particular aprendió en talleres dibujo y pintura para finalmente incursionar en lo que con los años se volverá para él una de sus pasiones, la poesía, la cual se convirtió fundamental para el desarrollo de su creación plástica, ya que sus procesos creativos fueron guiados por ella. Como hemos visto, si bien la técnica principal de Matta se basa en el automatismo podemos describir el procedimiento en su pintura de aquí en adelante, que es sin duda el sello característico de su obra.  Esta consiste en la mezcla intuitiva de pigmentos utilizando la materia en una densidad acuosa, aplicada sobre la superficie en diversas capaz de manchas y chorreaduras logrando producir texturas y entornos membranosos generando valores y matices dados por la superposición de capas.  Este procedimiento donde son priorizados el azar y el caos espontáneo son los que le permiten al artista revelar el mundo interior que desea representar, allí descubre elementos relacionados al universo, al cosmos, formas inventadas, líquidos, fuegos, raíces, figuras y órganos sexuales todos ellos en movimiento constante en estado de flotación, en un espacio único y ambiguo.

Por último, además de su formación en función del diseño y la arquitectura, este artista no se ha privado de experimentar con ninguna de las disciplinas que nos brindan las artes visuales, ya que luego en su carrera además del dibujo y la pintura ha incursionado en las diferentes técnicas que posee el grabado y en la escultura, por lo cual podríamos hablar de una integración de lenguajes artísticos en su haber. En el capítulo siguiente analizaremos los inicios de Matta en la pintura, que concepciones sobre el arte y la pintura lo motivaron e impulsaron a la realización de su primera serie.

[1] MATTA, ROBERTO “Revista común presencia entrevistas” disponible en:
[2] BELLISO GANT, Marís Luisa,  Roberto Matta: Creador de mundos personales. ED. Norba Arte 2002 disponible en: http://dialnet.unirioja.es/servlet/articulo?codigo=1006636 Pág.209

[3] MATTA, ROBERTO “Revista común presencia entrevistas” disponible en:

[4]  Matta Roberto y Guattari Félix  “El Oestrus”.  Estudios públicos. Disponible en: www.cepchile.cl/dms/archivo_1737_1276/rev45_matta.pdf -
[5]  MATTA, ROBERTO “Revista común presencia entrevistas” disponible en:





3.          El periodo surrealista


3-1.  El surrealismo de Matta y sus aportes al arte latinoamericano.

En este período, Matta conoce a Salvador Dalí gracias a las recomendaciones de su amigo García Lorca,  a su vez Dalí le presenta a André Breton, favorecido por este encuentro logra vender unos dibujos a Breton  y es incorporado al grupo de los surrealistas y a las reuniones del café Aux Deux Magots. Como consecuencia, expone junto al grupo surrealista en la Galería Widenstein en París, está presente en la exposición internacional de la Galería Beaux Arts y entre los ilustradores del Lautréamont de GLM. No obstante,  en 1938 participó con cuatro de sus dibujos como miembro del grupo, en la Exposición Internacional del Surrealismo. En ese mismo año, al comenzar la segunda guerra Matta abandona París con la ayuda de su amigo  Duchamp se instala en Nueva York, como Breton, Ernst, Tanguy y Masson. Allí también conoce a los jóvenes pintores norteamericanos convirtiéndose en su maestro guía e inspirador.
Más tarde en ese mismo año, veranea junto de  Esteban Francés y Gordon Onslow-Ford, un joven oficial de la marina inglesa que luego de conocer sus dibujos lo estimula a pintar y trabajan juntos en dibujos basados en la técnica del automatismo.
Esteban Francés fue considerado por Matta  como su padrino en la pintura ya que fue él quien le facilitó seis lienzos, lo animó a pintar y a realizar sus primeros oleos, técnica que siguió utilizando de aquí en más. Esta primera serie de pinturas fue titulada “Inscapes” (ver Pág. 12)  aquí elabora el concepto de “morfologías psicológicas” el cual consistió en concretar formas del mundo la mente y la búsqueda de mundos interiores nunca vistos. Por esto último, la obra se vio vinculada a las temáticas del surrealismo.
Al respecto sobre el procedimiento, a la hora de ser abordada esta serie de pinturas. Matta decidió partir de una base negra, al contrario del tradicional fondo blanco. Sobre ese fondo negro, aplicó diversas capaz de pintura en una consistencia acuosa dejando que las mezclas de color se den azarosamente. Esta decisión,  por supuesto no fue para nada ingenua sino que respondía a la concepción sobre la pintura del artista de este momento, ya que él deseaba encontrar mundos de la psique humana a partir de sus manchas, un mundo interior, no figurando sino descubriendo. Este descubrimiento a partir de la actividad del inconsciente lo lleva a descubrir el sentido de su obra enriquecido de texturas y contrastes inigualables. En síntesis, en este período pretendía liberar la representación del mundo onírico a través de objetos visibles y crear nuevos mundos. Dado a lo que Matta logró plasmar significó un gran avance para el Surrealismo, Breton lo definió como automatismo absoluto, como surrealismo abstracto.
Por otra parte la influencia que ejerce Duchamp sobre Matta se acentúa en este período, logrando así que se dedique plenamente a la pintura. Al respecto, en 1946 Marcel Duchamp escribió sobre Matta: …”su primera contribución en la pintura surrealista, y la más importante, fue el descubrimiento de regiones del espacio, desconocidas hasta entonces en el campo del arte”.[1]
Luego Breton envía desde México un telegrama a la revista Minotauro para recomendar a Matta. A raíz de ello es publicado un artículo en el ejemplar numero once llamado “Mathematique sensible Architecture du temps” donde a partir de su tema de Tesis de Graduación, donde opone al racionalismo de Le Corbusier y Gropius la sensualidad orgánica del cuerpo femenino a partir de la curvatura de los cuerpos que utiliza en el dibujo.

Titulo: Inscapes “Morfologías Psicológicas” 1943 55x66cm. Técnica: Óleo sobre tela.


Entre los años 1939 y 1948 Matta se dedicó  a la pintura, ejerció el automatismo puro como técnica principal y empleó la escala monumental en sus composiciones. Combinó estos formatos de grandes dimensiones con el pequeño formato de sus dibujos, perfectamente estructurados donde la línea que utilizó adquiere un protagonismo fundamental, en oposición al color y la materialidad que caracterizaron esas grandes pinturas. Sus obras  sin duda, son realmente interpretaciones de un mundo interior imaginado o fantaseado.
Tiempo después en una de sus conversaciones con Eduardo Carrasco, Matta declaró respecto de su actividad pictórica, de este periodo:

 “yo no pinto, yo veo en las manchas un cosmos. Yo parto de las manchas. Como la gente ve vacas en las nubes, yo veo mundos en las manchas… Pintar, pintar verdaderamente, en el sentido en que la gente pinta por el placer de pintar, nunca. Porque mis cuadros no están pintados… son imágenes. Había que pintarlas, es decir, en el momento en que yo las dejo, habría que dárselas a un pintor y él las pintaría dentro… porque eso es pintar”[2]

Con esto mismo que nos cuenta Matta si bien hace referencia a la concepción teórica que en este momento tuvo de la pintura, como él concibió esta actividad, aquí podemos leer también a cerca de su procedimiento; cuando dice “yo no pinto… yo parto de las manchas…” nos deja ver el proceso de creación de su obra, ligado justamente al automatismo que en esos años utiliza.
En 1940 ingresa fácilmente por su personalidad carismática y por su dominio del inglés en los círculos artísticos neoyorquinos. En abril y mayo realiza su primera exposición individual en la Julián Levy Gallery, de Nueva York. Participa también en dos muestras colectivas de arte surrealista, la primera en la Galería de Arte Mexicano de México y otra titulada Surrealism Today, en la Zwemmer Gallery, en Londres.
Tal es así que dos fenómenos confluyen en este período: el primero radica en que, en  la pintura surrealista se genera una metamorfosis radical, preparada por Duchamp y realizada por Matta. Este último, fue quien introdujo una visión no figurativa: sus cuadros no son trascripciones de realidades vistas o soñadas sino recreaciones de estados anímicos y espirituales, la fusión del erotismo, el humor y la nueva física. En suma, Matta fue un innovador en la pintura surrealista, hizo cambiar el rumbo de esta, abrió nuevos senderos a universos hasta entonces desconocidos a los artistas norteamericanos.
En cuanto al segundo fenómeno nace con la nueva pintura norteamericana, como reacción y respuesta a la pintura europea. Matta se convierte en la figura central de ese momento, el cruce de caminos, el enlace e inspirador. Gracias a él la pintura surrealista toma un nuevo giro, fertilizando el arte de los jóvenes artistas de los Estados Unidos. Además con estas nuevas obras Matta logra cautivar la atención de algunos de sus colegas norteamericanos, pintores de la talla de Gorky y Motherwell, Pollock, Rotkho, de Kooning entre otros.
En síntesis,  para Matta la revolución y el amor, los cataclismos sociales y las explosiones de las galaxias, son parte de una misma realidad. Las vastas y violentas composiciones de esos años, en la que el espacio se torna dinámico nunca pintado antes se destacan además de sus colores. Creados a partir de superposiciones y trasparencias de aguadas, partiendo de la mancha y el automatismo. También se lo destaca en este momento por generar nuevas vías de comunicación para el arte entre lo que es denominado como un triángulo geográfico e histórico entre América del Sur (Chile), Europa (París) y América del Norte (México y EEUU). Sin duda ha sido un puente entre los surrealistas y los pintores más jóvenes americanos.



3- 2.  La Pintura Telúrica y el Arte Precolombino.

En 1941 Matta inicia un viaje  a México con Roberto Motherwell, entre otros como: Baziotes, David Hare, Barbara Reis, Marís Ferrero y Ann Clark y residen en una colonia de escritores americanos en Taxco. Este viaje acentúa su interés por el arte precolombino, pero también por el poder de la naturaleza en toda su exuberancia, por la violencia de los volcanes y por la energía de la madre tierra, que queda representada en algunas obras de esta época. Este reencuentro con los paisajes americanos con el sol, los volcanes, los temblores de la tierra lo vuelven a inspirar.  Su pintura, refleja este temblor la exposición de la tierra y el contacto con lo natural. Generado a partir de los elementos visuales e infinitos indicadores de especialidad, la línea y el color en movimiento, una nueva intencionalidad espacial aparecen allí, la profundidad habitada por luces inquietantes, vaporosos movimientos cataclísmicos, la superposición de manchas, las aguadas con trasparencias y fluidez.
En 1942 se instala definitivamente en Nueva York e inaugura su estudio en la Novena Avenida donde continúa su interés y exploración por el automatismo. Allí participa en la exposición colectiva “Artis in Exile” en la Galería Pierre Matisse, en la que además intervienen entre otros, Yves Tanguy, Max Ernst, Marc Chagall, Fernand Léger, André Breton, Piet Mondrian y André Masson. Es en este lugar donde expondrá hasta 1948, siendo esta su primera exposición individual en Nueva York  La tierra es un hombre”. La misma fue destacada por Breton como uno de los grandes momentos de la visión surrealista del hombre y del mundo. La noción de modelo interior se modifica esencialmente, en realidad, ante esos cuadros hay que hablar más bien de una explosión interior. Sólo que existe entre ambos, el mundo interior y exterior, una relación. Duchamp en este momento se siente atraído por ello y lo destaca como el pintor más profundo de su generación.
A los fines de su carrera en una entrevista telefónica en Roma, Matta analiza y describe su concepción acerca de la pintura que es lo que hace y para que pinta en este memento en particular:

 “Intento pintar la explosión original, pero si quisiera definir mi obra diría que es una danza, en realidad a veces creo que una bailarina la hace con la levedad de sus pies. Podría titular un cuadro: Impromptu de Isadora Duncan o Nijinsky... No obstante siempre he vinculando al hombre con la naturaleza, cuando pinté los volcanes en erupción tan sólo quería mostrar un estallido interior”.[3]

En este momento se hace más fuerte su vínculo con Duchamp, compartiendo con él el gusto por la poesía y la ciencia. Es aquí cuando Matta desarrolla la noción de “Grandes trasparentes” en la pintura, tras las numerosas visitas a Duchamp realiza clínicas de arte sobre la obra “Le pasaje de la Viege a la marieé” Finalmente esta obra seduce a Breton  de tal manera que lo impulsa a pedirle a Matta que ilustre el último manifiesto surrealista.
Una de sus obras de este periodo es “El Arco es un hombre” 1942 (ver Pág. 15). Lo que se destaca en esta oportunidad es el uso del color saturado de fuertes contrastes, seguramente inspirado por sus viajes, la vuelta a América, y sobre todo por  la naturaleza misma. Esta obra no deja de ser una abstracción, pero sin duda no podemos dejar de reconocer algunas figuras simbólicas como el sol, las rosas, formas que evocan el agua, el fuego y la tierra. Aquí podemos observar como Matta a partir del chorreado y la superposición de capaz de color va descubriendo: formas orgánicas, pasajes, texturas contrastes y fundamentalmente  la obra en si. Por momentos superpone un color predominante sobre otro obturando la tela, dejando ver sólo la fracción que el líquido dejó al descubierto. El claro oscuro esta dado a partir de pasajes y matices del color, las texturas que predominan son lisas pero existe un entramado entre superposición de transparencias y capaz de pintura.
En relación a esto, en la entrevista que Eduardo Carrasco le realiza a Matta sobre este momento, nos explica cuales son conceptualmente  el tema de su pintura y que es lo que intenta mediante esta manifestación pictórica:
“Empecé a pintar  el donde y después empezaron a aparecer los quienes y estos desde el principio eran tipos trasparentes. Uno de los primeros en aparecer se llamaba “el vidriador”. Era un curioso personaje con las manos extendidas que ahora he tratado de hacer reaparecer, porque el vidriador era un tipo que todo lo trasforma en vidrio, en trasparecías. En esa época yo hablaba de unos personajes que eran “los grandes trasparentes” yo quería que todo fuera transparente, para que se pudiera ver a través y no se pudiera esconder nada.” [4]

Este nuevo interés que experimenta Matta por el arte primitivo lo lleva a adquirir en 1943 la obra de Giacometti titulada “El objeto invisible”. Ambos artistas se sienten seducidos por esta estética y por la necesidad de buscar la esencia de las cosas, lo incontaminado, lo primigenio. Al mismo tiempo, es cuando ilustra “El día es un atentado” del poeta Charles Duits. Además de participar en importantes exposiciones de arte contemporáneo, sigue incursionando en las diferentes disciplinas de la plástica, y es cuando aprende a grabar en el taller de Stanley William Hayter, en la New School for Social Research de New York donde realiza  con la técnica de  punta seca una serie de carácter erótico titulada  New School.

Titulo: “el Arco es un hombre” 1942 Técnica: óleo sobre tela. Medidas: 182 x238 cm.


En síntesis,  a partir de  esta nueva búsqueda como pintor, Matta descubre una poderosa y salvaje energía creadora, basada en el automatismo guiado por su pensamiento poético. Este nuevo mundo revelador que descubre lo ha invitado a seguir explorando y reinventando en cada una de sus nuevas composiciones. Cada uno de los viajes y lugares que ha conocido, el reencuentro con cada uno de los paisajes que vivenció lo ha guiado a reinventar, crear, imaginar, fantasear con este nuevo mundo, este nuevo universo característico de este artista.


3-3.  El fin de la etapa Surrealista.

En 1945 Matta expone por primera vez esculturas en la Imagery of Chess, en la Galería de Julián Levy en New York y en la Galería Pierre Matisse, además participa en una serie de exposiciones colectivas.  Entre 1946 y 1947 vuelve a viajar en varias ocasiones a Europa donde realiza una serie de obras inspiradas en la segunda guerra, “A Grave Situation, “It’s a Pity”, How Ever” Wound Interrogation”, puntualizando su temática principalmente en  los campos de concentración y la tortura. Este momento es señalado como despertar de su compromiso político social a través de la pintura y un giro en sus concepciones a cerca de la función de la obra.
Aquí analizaremos una de sus obras“A Grave Situation(ver Pág.17), esta nueva serie de pinturas a la que pertenece,  se generó lejos de los paisajes y las ideas de la naturaleza, el hombre y el cosmos. Sino que por el contrario ante el desastre y la barbarie de la Segunda Guerra Mundial Matta se vio movilizado por los acontecimientos sociales y políticos de este periodo.
Al respecto sus concepciones acerca de la pintura tomaron un giro hacia una función social del arte. Por lo cual concluyó denunciando y reaccionando en contra de la tortura y la muerte. Esta obra representa sin duda una situación grave la tortura, donde narra un escenario: una figura principal crucificada atada a un muro con objetos y maquinarias irreales atentando contra su vida. El uso de color esta dado a través de diversas capas trasparentes de materia acuosa, generando un contraste de temperatura: entre lo calido y lo frío, además de pasajes de  matiz, lo que genera un espacio y un clima por cierto desesperante.
Por otro lado, en este período también realiza su primera exposición individual en París en la Galería René Drouin donde además gana el premio de San Francisco Anual con su obra: “Séparés vivants”. Asimismo, Marcel Duchamp escribe el texto: “Matta peintre” que será publicado en 1950, en el catálogo de la Collection de la Société Anonyme. A su vez, en los Cahiers d´Art se reproducen varias de sus obras. Al mismo tiempo continua participando en varias exposiciones colectivas entre las que se destacan: La Exposición Internacional del Surrealismo en la Galería Maeght, Paris y en Large Scale Modern Painting, organizada por el Museo de Arte Moderno de Nueva York, donde expone junto a Pablo Picasso, Fernand Léger y Henri Matisse.
Al año siguiente, es excluido del grupo surrealista de posguerra. Según el propio Matta el no se considero un surrealista en el sentido de movimiento político, ya que nunca fue militante, sólo que fue muy amigo de Breton y también de Marcel Duchamp que si eran activos políticamente. Años mas tarde unos escritores colombianos lo entrevistan y justamente le preguntan cómo fue su vínculo con los surrealistas y esto les decía:

“Fue una relación amorosa: los quería asesinar. Recuerdo a Magritte como mi primer amigo verdadero en ese grupo. Una tarde Dalí me envió con mis dibujos a una galería y fui ingenuamente sin saber que su director era André Breton; todavía me avergüenzo de esa perversa jugada de Salvador. Imagínese, yo llegué como un idiota donde ese poeta deslumbrante con mis precarios trabajos bajo el brazo. Él estaba empeñado en darle respiración boca a boca al arte aletargado, asfixiado, era un ser ejemplar. Cuando me invitó en 1937 a participar en ese Movimiento acepté inmediatamente y estuve con ellos hasta que una década más tarde el mismo Breton me excomulgó.”[5]

En fin, como hemos apreciado en el relato  aquí presente, Matta considera al surrealismo como un paso en su carrera, si bien sus inicios como artista profesional con muestras colectivas junto a grandes de sus contemporáneos fueron certeros y provechosos. Él  mismo asume no sentirse involucrado desde el movimiento político, sino sólo como un momento de paso en su carrera.  En este periodo es cuando Matta surge del anonimato y comienza a exponer, con ello logra reconocimientos y prestigio de los grandes artistas que el mismo respetaba y admiraba. Gracias a esto logro también abrir nuevos caminos en el Arte Latinoamericano como antes mencionamos. En el capítulo siguiente continuaremos analizando esta nueva preocupación de Matta, que se verá reflejada en la pintura dando inicio al período de arte social de este pintor.

Titulo: “A grave situation” 1945 Técnica: óleo sobre tela.



[1] LOWENSTEIN,  DIANA. Matta, un día Lovestein una piedra de amor Argentina.  ED. Fine Arts. 1999. Pág. 14
[2] BELLISO GANT, Marís Luisa,  Roberto Matta: Creador de mundos personales. ED. Norba Arte 2002 disponible en: http://dialnet.unirioja.es/servlet/articulo?codigo=1006636 Pág. 211
[3] MATTA, ROBERTO “Revista común presencia entrevistas” disponible en:
[4] MATTA, ROBERTO “Revista común presencia entrevistas” disponible en:
[5]  MATTA, ROBERTO “Revista común presencia entrevistas” disponible en:



4.          El Arte Social
                         

4-1.  La función social del artista.

A partir de su  exclusión del grupo surrealista, Matta se interesa más por el contenido revolucionario y literario y el sentido o función social del arte. Le importa menos el formalismo pictórico en relación al contenido revolucionario y literario, apoyado esto desde el movimiento pictórico de  la abstracción expresionista. Sus concepciones teóricas aquí toman otro rumbo y a partir de esta nueva etapa,  le preocupa ahora el papel social del artista. Se desplaza en su temática pictórica del paisaje interior al mundo exterior. Movilizado por ello estudia e investiga la relación entre ciencia y arte.
Desde 1949 a 1954 se instala en Italia, allí realiza  frecuentes viajes  a París. Donde entra en contacto con el grupo COBRA, participa en varias exposiciones colectivas entre las que se destacan: La Exposición Internacional del Surrealismo en la Galería Maeght, Paris y en Large Scale Modern Painting, organizada por el Museo de Arte Moderno de Nueva York, adonde expone junto a Pablo Picasso, Fernand Léger y Henri Matisse.
A su vez, contribuye con el texto “Infernallucinations” para el libro editado por Robert Motherwell sobre Max Ernst y colabora con los tres primeros volúmenes de la revista Instead. Al final del año, como casi todos los surrealistas, deja Nueva York definitivamente para volver a Europa. Pasa unas semanas en Chile, después de catorce años de ausencia en su país natal presenta una muestra individual en la Galería Dédalo de Santiago. Debido a esto el periódico Pro Arte publica su texto “Reorganización de la afectividad” donde insiste en el papel del artista revolucionario.
Durante este tiempo se establece en Roma donde permanece hasta 1954 donde se relaciona con jóvenes artistas desconocidos, científicos con nuevas ideas revolucionarias e inéditas. Allí expone en Asier Jorn y los Situacionistas. Aquí también  viajará frecuentemente a París donde presentará una muestra individual en la Galería parisina René Drouin.
Por otra parte, continua desarrollando el concepto del cubo abierto que desde 1942 estaba germinándose. Se había propuesto crear un cubo que sustituyera al cuadrado permitiéndole al espectador entrar en él. Con el cual intenta exponer el espacio múltiple en una superficie bidimensional.
Estas nuevas relaciones antes descriptas lo llevan a Asger Jorn, el Grupo Cobra y Los Situacionistas. Se relacionó también con la Internacional Situacionista que propugnaba una arte total donde se mezclan arquitectura, cine poesía, urbanismo y que liberara a la creación del dadaísmo y del surrealismo. Al mismo tiempo Jorn  adquiere pinturas para el Museo de Arte de Silkeborg. Más aún, Matta sigue exponiendo en Nueva York en la Galería Sidney Janis hasta 1955.
Entre 1950 y 1960  vive un período de muchísimas exposiciones de sus obras, sin quedarse por un momento quieto, siempre en movimiento, siempre en contacto con nuevas personalidades. En esta época  también comienza a recibir reconocimientos y premios, numerosas revistas publicaron notas y artículos relacionados a su actividad artística y a su obra en sí.
En 1950 vive en Roma, Bologna y luego en Sicilia, es aquí cuando  realiza sus primeras exposiciones individuales recordemos que hasta el momento desde el surrealismo, participó en numerosas muestras colectivas con sus contemporáneos, principalmente surrealistas.  Entre las que participa, destaca una confrontación entre jóvenes artistas franceses y norteamericanos, presentada en Nueva York. Sobre este aspecto, Michel Tapié  publica el texto “The Space of Matta”, en la revista francesa Paris Post.
A su vez, expone  un año después en el Instituto de Arte Contemporáneo de Londres en 1951. Esta muestra se vuelve a  exhibir en Nueva York, ocasión en la que también  se divulgan algunos de sus textos y artículos. Además continúa participando  en diversas exposiciones de vanguardia organizadas en los Estados Unidos.  Entre esas exposiciones colectivas en que es incluida su obra,  se destacan: L´Oeuvre du vingtième siècle, en el Museo Nacional de Arte Moderno en París y en Pittsburg Internacional, evento en el cual participará regularmente en Estados Unidos.
Dos años más tarde presenta dos exposiciones individuales, la primera en Nueva York y la segunda en  Venecia. A raíz de ello, son publicados varios textos que analizan el espacio en la obra de Matta: “Le rèalisme ouvert de Matta”, de Alain Jouffroy, en Cahiers d´Art; “El espacio de Matta” de Stanley William Haytr, en la revista italiana Númer; y “Espace continu – l’espace vécu”, de Max Clarac Sérou, en a revista parisina Position.
Conjuntamente en este momento termina su obra “Les Roses son belles” (ver Pág. 19), en alusión al proceso Rosenberg que conmocionó a la opinión pública. Esta se trató de un proceso político en el cual el matrimonio de Físicos de Julius y Ethel Rosenberg fue acusado por EE.UU. de vender secretos atómicos a la URSS. En consecuencia el 19 de junio de 1953, ambos murieron en la silla eléctrica de la prisión de Sing Sing. A pesar de que su culpabilidad no pudo ser demostrada fueron condenados y ejecutados. Situación que sin duda había conmocionado al artista, y en este periodo en el cual se sentía involucrado con los problemas sociales y con intenciones de poder lograr algún cambio a raíz de su actividad plástica.


Título: “Les Roses sont belles” 1953, Técnica: óleo sobre tela


En esta obra (ver Pág. 18) podemos ver las figuras características de Matta relacionadas a la técnica del automatismo, donde a partir de trazos no estructurados genera diversas figuras.  Aquí en particular se pueden distinguir las figuras en fila más rígidas y estáticas, caracterizadas como la fuerza policial o como autoridad, todas ellas con un símbolo distintivo en su brazo. Las figuras más dinámicas y abiertas en su composición que se encuentran ubicadas en un plano superior, destacadas en un nivel más alto por las divisiones en el plano, aparecen señalando a una figura principal aislada en posición de crucifixión o sentencia. En una valor mucho más bajo aparecen representadas dos figuras, más grandes y poderosas donde parecieran ser los verdugos de la escena.
 Esta pintura es sin duda narrativa: nos habla de un hecho donde aparecen representados los diferentes actores sociales de ese acontecimiento. Por su parte, el uso del color esta dado a través de una paleta en colores fríos desaturados generando un ambiente tenebroso y convulsionado, con un acento de color calido en la parte inferior dándole entrada y salida al espectador desde la lectura,  la cual asciende destacando a la figura principal.
En 1954 vuelve a América realiza viajes a Perú y  Chile. A partir de  este momento y hasta 1956 inicia  una innumerable cantidad de exposiciones, asunto que caracteriza su actividad profesional.
Es aquí cuando, participa por primera vez en el Salón de Mayo, en Paris, donde expondrá regularmente. Debido a esto la revista Reality publica un artículo de Roberto Matta en la cual expresa su concepción artística. Se establece definitivamente en este país,  pero continúa manteniendo una estrecha vinculación con Italia. Un año mas tarde presenta una muestra individual en Nueva York.  Así pues, recibe un Premio en el evento Pittsburg Internacional.
En este mismo lugar en 1956 Eduard Glissant escribe un texto sobre la obra reciente del artista. Al respecto, aparecen varias publicaciones sobre la obra de Matta en revistas y periódicos parisinos.
Contemporáneamente, realiza un mural para la sede de la UNESCO en Paris, titulado “Las Dudas de tres mundos”  de cinco metros.  Es aquí donde comienzan a realizarse muestras de su trayectoria tanto en dibujo como en pintura debido al sin fin de obras en su haber.  Se presentan exposiciones de su trayectoria dibujística desde 1937 hasta 1957, en este mismo país y en Nueva York.  A su vez, el Museo de Arte Moderno de Nueva York se organiza la primera gran retrospectiva del artista, coordinada por William Rubin, en la que se muestran 29 pinturas realizadas entre 1938 y 1957.  En 1959 Humbert Juin publica “Estomacolmo consagra a Matta” en la revista parisina Combat, destacando la importancia de estos acontecimientos. A raíz de esto último es reincorporado al movimiento surrealista y participa en la Octava Edición El espacio de la especie que culminara en 1963.
Años después,  vuelve a pintar sobre el arte político, y sobre su compromiso con el rol social del artista: Matta pinta en 1958 “La Question de Djamila” tras la lectura de La Question, sobre las torturas durante la guerra de independencia en Argelia. Los textos publicados sobre él  se destacaron “Matta, l´aube et le vertigue” de Patrick Waldberg.
Respecto a esto, en un Fragmento de la intervención de Matta en la mesa redonda sobre el tema “Arte y Revolución” efectuada en Bologna, Italia, el 24 de marzo de 1963,  en la cual  además participaron: Francesco Arcangeli, Giulio Carlo Argan, Mario de Micheliy Renato Zangheri. Aquí expone sus concepciones teóricas, sobre la definición del sentido social del arte:

“…he empezado por hacer una pintura que al comienzo era pintura de furor, de protesta; porque cuando uno vive en un mundo hostil, no es posible ir más allá de la protesta, así que la manifestación del furor se transforma en protesta y no llega al amor, a la libertad. En este sentido, mis primeros cuadros eran una expresión de este caos, de esta lucha entre caos–cosmos; después, poco a poco, empecé a sentir esta cosa en mi propio cuerpo, y a abrirme así al mundo. Históricamente se ve aparecer, por así decirlo, otra antropomorfía: totémica, al principio, después poco a poco más abierta; esto coincide con una especie de voluntad fenomenológica de abrirme al mundo y descubrir sus valores más importantes; y descubrir así también la revolución y la voluntad de cambiar aquel mundo; y, después, de reconocer mi propia forma. Los últimos cuadros son un ejemplo de este conflicto entre la necesidad de cambiar el mundo y la vida de los demás, y la necesidad de cambiar mi propia vida. Yo soy la imagen de un personaje combatiente, que combate de si mismo y en contra de este mundo.”[1]

En esta definición que el mismo Matta nos brinda sobre el sentido social del arte, nos deja leer qué es lo que intenta con su obra y cuál es el mensaje que intenta dar con ella. La pintura de Matta comenzó  siendo una manifestación de un mundo interior, haciendo referencia a su primera etapa pictórica centrada en su periodo surrealista y del automatismo puro, vinculado a la relación del hombre con el cosmos, con la Tierra.
 Luego a raíz de este giro en su concepción acerca del rol del artista y la pintura donde torna un vuelco hacia el sentido social del arte.  La pintura se vuelve protesta debido a la sensibilidad del mismo artista: de sus propias experiencias con el medio en el que vive y de las lecturas que pueda realizar  acerca de los acontecimientos sociales. Es por ello que aquí a través del arte, logra manifestar su espíritu inquieto y  revolucionario y su voluntad de cambiar el mundo.


4- 2.  Los 60´ y las Brigadas Muralistas en Chile: Arte político.

Tras esta década de intenso trabajo para el pintor, en 1961 pasa tres meses en su país natal, Chile e inicia un estudio para el mural “Vivir enfrentando las flechas”, de 12 metros que realizará  en la Universidad técnica de Santiago, el cual fue terminado diez años mas tarde. En este momento se vincula con las Brigadas Muralistas, las cuales habían surgido como parte de la campaña presidencial de Salvador Allende en 1964 y prolongan su actividad hasta 1973. A su vez, en la Galería del Dragón en Paris, expone por primera vez sus esculturas y Alain Jouffroy publica un artículo en la revista Combat de ese mismo lugar, en la cual plantea la revolucionaria postura política del artista.
Los años sesenta en chile fueron una época de cambio y de agitados giros en el ámbito universitario en el cual se transforman los rígidos esquemas formativos y esto afectó lógicamente al campo artístico: en este contexto, tres fueron las brigadas de muralistas mas activas, la de Ramona Parra de las juventudes comunistas y las socialistas Inti Peredo y Elmo Catalán. En estos murales se utilizaba el lenguaje político, los temas eran la alimentación, salud, educación, trabajo, derechos y libertades.
A su vez, otra de sus actividades además de participar en las brigadas, siguieron siendo sus viajes y sus exposiciones. En 1964 se presenta una exposición de sus grabados en la Galería Point Cardinal, en Paris. Además son organizadas varias muestras de su obra reciente en: Chicago, Paris, Londres, Roma. Comienza a ser representante del arte latinoamericano, participando en una exposición presentada en el Museo de Arte Moderno de la Villa de Paris.  Donde además, recibe el Premio Mazotto de la Comunidad Europea de Pintura por su obra La Question de Djamila.

Años más tarde en una nos cuenta sobre su experiencia con estas brigadas, en el libro “Pintura Social en Chile” (1972)[2]:

 A mí me parece que lo más importante en el contexto de Chile, en el momento en que estamos, es que el artista salga a la calle. Que salga a la calle en forma simple. Porque no somos nosotros los que vamos a hacer aparecer esta ideología nueva: va a venir de abajo. Pero no va a venir de abajo hasta que la gente que trabaja principie a decir dónde le duele en su afectividad. Cómo está su afectividad herida. Dónde y cómo le duelen las relaciones humanas. Una masa es un conglomerado. Ahora, el interés es crearle una necesidad que valga la pena. No hacer propaganda para que compren una cosa inútil, hacer propaganda para que cambien la forma de vivir. Esa es la importancia de estas brigadas que han nacido en Chile y que no existen en otra parte, ni siquiera en Cuba…Estas brigadas pueden hacer aparecer la afectividad del pueblo chileno. Tendrán que ser más y más hábiles a través de la poesía y el humor para hacer una propaganda a a la ideología, no sólo el aspecto exterior de la actualidad. Me parece muy importante limpiar la reputación que tratan de darle a estos muchachos del pueblo. Las brigadas con que he trabajado, la brigada Ramona Parra, por ejemplo, son un modelo como trabajo voluntario. Esos muchachos, de no más de diecisiete años, lo hacen fuera de sus horas de estudio o de trabajo. Y están tratando de crearse una especie de universidad popular. A propósito de los problemas, por ejemplo, del arte. Yo he hablado con ellos. Corresponden, en la clase en que yo viví, a la edad universitaria. Estas brigadas tratan de saber lo más que pueden y al mismo tiempo de ejercer. El gran problema en las universidades burguesas es que el oficio que se está estudiando en la universidad no da un lenguaje para entenderse con los trabajadores. Hay en las brigadas una voluntad de universidad popular. Y son enormemente receptivos, como esponjas…La universidad es un campo de batalla, porque ahí se están formando los defensores de los intereses. Y los intereses se enfrentan ahí como en una cancha de tenis. Como la historia no puede volver atrás es fatal que se va a crear una nueva estructura de la juventud. En las luchas sociales siempre hay como una guardia roja. Siempre la ha habido. Sólo que se la ha llamado de distintas formas: los jóvenes criollos de la Independencia correspondían a esta guardia roja…Aquí encajan estas brigadas, que a mi juicio tocan el problema de abajo para arriba. Son una cosa positiva sobre la cual se puede inventar algo, se puede crear algo. Me parece que la función de las artes plásticas es hacerle propaganda a esta nueva ideología revolucionaria, a esta nueva poesía, a esta nueva manera de verse, a esta nueva forma de vivir juntos, de crear juntos y de hacer cosas juntos.[3]

En síntesis, la aparición de las brigadas muralistas estuvo vinculada con el movimiento muralista  mexicano y con el giro socialista de la revolución cubana ante el avance del capitalismo. Las mismas brigadas operaban como resistencia utilizando la plástica y la imagen como vallas como forma de expresión popular entre el ciudadano común y los artistas. Como hemos analizado, Matta tenía una definición tomada en cuanto al  arte,  era en función del arte social por ello  es que participó de estas brigadas. A continuación en el capítulo siguiente seguiremos repasando acerca de su interés por el arte social hacia los fines de su carrera y por ultimo, cuales son sus reflexiones respecto a esto.




[1]  Catálogo El artista del mes, Museo Nacional de Bellas Artes, La Habana, 15 al 26 de febrero, 1964. disponible en : http://www.casa.cult.cu/matta/reflexiones.htm
[2] en.  MATTA, ROBERTO Conversaciones con Matta. Disponible en :http://www.abacq.net/imagineria/arte3.htm
[3] Op. cit.



5-  Matta: un pintor reconocido en el mundo


5- 1. Hacia los fines de su actividad pictórica.

En esta etapa de su carrera se dedicó fundamentalmente a donación de obras, exposiciones, cuestiones de protocolo y reconocimientos como artista plástico. También realizó diversos murales y contunuó con su interés por el sentido social de la pintura participando en actividades del mayo francés y en eventos políticos.
Durante 1964 viaja a Cuba en el mes de febrero invitado por Casa de las Américas allí pinta dos murales, titulados “Han tomado las estrellas y Cuba es la Capital”. El primero, concebido para la Escuela Nacional de Arte de Cubanacán, forma parte de los fondos del Museo Nacional de Bellas Artes; y el segundo, que se mantiene con carácter permanente en el vestíbulo de la Casa de las Américas.
Su estadía en La Habana inspira a una nueva serie de pinturas que exhibirá en la Galería Attico, en Roma. Pinta “Grimau, la hora de la verdad” (los poderes del desorden), en homenaje a Julián Grimau, miembro del Partido Comunista fusilado por el régimen de Franco. 
En 1965 presenta la exposición “El Cubo Abierto” en el Kunstmuseum de Lucerna, ocasión en la cual publica dos textos que plantean en rasgos generales su concepción estética: “L’Espace de L’Espece” y “Cosa e la cosa metale”. Respecto a esto último, Matta se había propuesto crear un cubo que sustituyera al cuadro, ir de la bidimensión a la tridimensión, esto le permitiría al espectador entrar en su interior, interactuar con la obra,  como un intento de crear una obra de arte donde el público pudiera tener una experiencia inmersiva, y ser parte de la obra a modo de instalación.
En 1966 muere Breton y Matta escribe como homenaje póstumo “L´Illumination” publicado en la Nouvelle Revue Francaise, en París. En febrero del 1967 viaja nuevamente a la Habana, invitado por la Casa de las Américas, para exponer un conjunto de 17 pinturas y dibujos bajo el título Para que la libertad no se convierta en estatua. Allí pinta con los alumnos de la Escuela Nacional de Arte de Cubanacán un mural para la Cooperativa San Andrés en Pinar del Río. Los dibujos previos de dicho mural, se realizaron en el espacio de la Galería Latinoamericana, pasando a integrar posteriormente los fondos de la Colección Arte de Nuestra América.
En enero de 1967, preside el Congreso Cultural de La Habana y pronuncia su discurso “La guerrilla interior”. Para promover los acuerdos de este congreso viaja a diferentes países latinoamericanos. Además trabaja en el grupo de esculturas Hiroscemia en el taller de fundición del escultor malagueño Miguel Berrocal, en Verona.
En mayo de 1968, su exposición Totem et Tabous, es presentada en el Museo de Arte Moderno de la Villa de París  y luego es trasladada a la Fábrica de la Nord Aviation, ocupada entonces por la huelga general. Es por este motivo, que participa en todas las actividades del Mayo Francés, comprendido  por una serie de sucesos que tuvieron lugar en Francia durante el mes de mayo de 1968 donde surgió una creciente inquietud entre los estudiantes franceses, quienes criticaban la incapacidad del anticuado sistema universitario para dar salida al mundo laboral. Como consecuencia de esto se manifestaron su oposición a la sociedad capitalista y al consumismo. El Mayo Francés es sinónimo de crisis, revuelta, huelga y revolución.
Este mismo año, participa en la inauguración del Salón de Mayo en la Habana. Asume la dirección artística del número especial El sable suplemento del tabloide El Caimán Barbudo, órgano oficial de la Unión de Jóvenes Comunistas. Dona a la Colección Arte de Nuestra América de la Casa de las Américas una obra de la serie “Para que la libertad no se convierta en estatua” (ver Pág. 25) que se expone permanentemente en la sala Che Guevara de la institución. Esta obra se caracteriza por su gran dinamismo, frescura,  variedad cromática, y contrastes entre temperaturas del color. Además podemos destacar la figuración del artista donde aparecen figuras con un grado menor de iconicidad, siendo el simbolismo y no el realismo su particularidad. Estas figuras, aparecen aquí en un dinamismo constante y en diversas actitudes todas ellas orientadas hacia la libertad, en estado de flotación, torsión,  suspensión e interactuando entre si como si estuvieran danzando. Aquí también aflora otro sello característico de la obra de Matta: el estarcido.  Esta técnica cuyo procedimiento consiste en  salpicar con pequeñas gotas  de material pictórico a modo de lluvia sobre una superficie  previamente humedecida,  lo que  permite generar que estas gotas se esparzan sobre el área, se concentren o se aíslen concibiendo así una particular característica visual en la zona tratada. Otra característica de la técnica de Matta aquí presente, son las aguadas blancas sobre planos tratados previamente con color, lo que resulta en un atractivo tratamiento de superficie generador de una calidad visual membranosa y orgánica.


Titulo: Para que la libertad no se convierta en estatua  1963-1964 Técnica: Óleo sobre tela. Medidas 299 x 994 cm.

En 1968 vuelve a  Chile para asistir a la ceremonia de inicio del mandato del Presidente Salvador Allende. Es invitado por la Universidad de Concepción a participar en un “Diálogo sobre la traducción del futuro”.
 Asimismo  surge  una nueva invitación, esta vez viaja rumbo a Egipto para un periódico Al Ahram para el encuentro de artistas e intelectuales realizado en El Cairo. Su nuevo destino será  Zambia, Tanzania y Angola allí se relaciona con Agostino Neto donde realiza una serie de pinturas para contribuir con el Movimiento de Liberación de Angola. Entre sus proyectos también figura Hom´mêre un diario autobiográfico grabado al aguafuerte.
Vuelve a viajar a  Chile donde se encuentra con Fidel Castro. Para esta  ocasión realiza un mural para la Universidad Técnica del Estado en Santiago cuya realización dura un mes, y para la cual hace un acto de donación para la entrega oficial. A su vez, participa en numerosas actividades colectivas de la Brigada Romana y Parra, entre las cuales destaca la elaboración del Mural Primer gol del pueblo chileno, en la Municipalidad de la Granja de Santiago.
En 1971,  Matta es considerado como uno de los diez mejores pintores de todo el mundo, según una encuesta realizada a ciento cuatro personalidades artísticas internacionales, publicada por la revista francesa Connaisances des Arts. Un año después continúa desarrollando el concepto espacial del cubo abierto, el cual se volverá una constante en sus obras.
También este año hace una donación al pueblo chileno de dos obras: “Hagamos la guerrilla para parir el hombre nuevo”  y “Fango original, ojo con los desarrolladores” (ver Pág.26) ambas  expuestas en el Museo de la Solidaridad de Santiago de Chile. 

Titulo: Fango Original. Ojo con los desarrolladores. Técnica: óleo sobre tela.


En esta obra de Matta, compuesta principalmente en colores fríos y desaturados mantiene una estructura centralizada con un moviendo centrípeto donde las direcciones generan una fuerza virtual hacia el centro de la estructura. Sin duda, dentro del imaginario de este artista existe la creación de nuevos mecanismos y maquinarias de gran originalidad y dinamismo particular del universo creado por el mismo. Las máquinas fueron un recurso de las vanguardias en estos momentos, ya que preveían las consecuencias que con su desarrollo representarían a la vida de los seres humanos. A su vez, dentro de las complejas relaciones que poseen sus composiciones, se hayan diversas relaciones entre los elementos estructurantes, tensiones, valores, grafismos, jerarquías todas en función de  generar en esta imagen un movimiento magnético.
En esta época, Matta también se interesó en representar temas religiosos. Al respecto,  podemos mencionar algunas de sus obras como: “Láro, il basso, la sinistra, ladestra del cuore” “I piedi del mondo” y “un bel Flor”. Los temas de estas  composiciones estan vinculados a la crucifixión, la muerte de Jesús y el descenso de la Cruz. La particularidad de las mismas radica en que la figura humana esta trabajada de forma muy precisa y esquemática, contorneadas por una línea negra.  Con ellas, Matta incursionó con materiales nuevos en su obra como: tierra coloreada y tela de yute, con las cuales logró texturas de gran riqueza expresiva.
En 1973 luego del Golpe de Estado del 11 de septiembre, la municipalidad italiana de Liborio, Bologna y Ravena, en solidaridad con el pueblo chileno, organizan la exposición “Por Chile con Matta”, para protestar por el golpe militar y asesinato del presidente Salvador Allende.
Entre las múltiples exposiciones de este período se destaca “El hombre desciende del signo”, en la Galería de la Oca en Roma. Esta muestra conformada por obras al pastel fue inspirada en los códices mexicanos. Por este motivo, fue invitado por el Presidente de México para exponer en el Museo de Arte Moderno “El Gran Burundún-Burundá ha muerto”, en apoyo al tribunal Russell sobre los crímenes cometidos por la junta militar de Chile.  Además esta exposición fue llevada posteriormente a los Museos de Arte Moderno en Bogotá, y el Museo de Bellas Artes de Caracas.
A mediado de los setenta Matta viajó a Cuba y expuso a partir del 2 de febrero, en la Galería Latinoamericana con el título “Matta”. La exhibición contó con obra gráfica y muebles diseñados especialmente para la muestra, conjunto que luego donó a la institución. A su vez, diseñó habilitaciones para el tabaco en litografías realizadas en el Taller Experimental de Gráfica de la Habana.
El proyecto iniciado en 1973 de L´Autoapocalypse culmina en Bologna, Esta obra fue realizada con desechos de automóviles de la Fabrica Fiat. Según el propio Matta, esta obra “no es una máquina para habitar (Le Corbusier) sino un intento de humanizar la máquina”. Posteriormente la misma, es exhibida en diferentes ciudades italianas.
En 1982 en Cuba, expone el 2 de marzo en la Sala Manuel Galich de la Casa de las Américas la serie:” Don Quijote” Realizada en pastel y litografías, la cual consistió en la ilustración del conocido texto. Además dona al programa ambiental de las Naciones Unidas con sede en Nairobi, un proyecto de  energía solar.  
En síntesis, este período se vio marcado sin duda por las actividades del pintor basadas compromiso social y político. Aquí la obra de Matta se caracteriza por la innovación tanto en la utilización de  técnicas como en los materiales, si bien la pintura al óleo se  destaca en su haber. En este momento, además del muralismo realizó grabados especialmente la técnica de litografía e innumerables dibujos en  pastel. Por otra parte, se acentúa su relación con Cuba y los partidos comunistas, su preocupación por la liberación y la revolución: desde la participación en el Mayo Francés, hasta la realización de murales y la colaboración en diversos acontecimientos  políticos y sociales. Respecto a esto ultimo, el Gobierno Revolucionario le otorgó la nacionalidad cubana, al negársele usar la chilena después del golpe de Estado de Salvador Allende.


5- 2.  Los Reconocimientos a su trayectoria.
 
A mediados de los 80´ a Matta,  le es entregada la Medalla de Oro de las Bellas Artes Españolas por el Rey Juan Carlos de España, en un acto celebrado en el Museo del Prado, en Madrid. Como consecuencia, el gobierno español le encarga el cuadro monumental “Munda y desnuda: la libertad” para la exposición “Chile Vive”,  Muestra de Arte y Cultura en el Círculo de Bellas Artes de Madrid, esta se encuentra actualmente en el Museo Nacional Centro de Arte Reina Sofía.  En esta obra en particular el mismo Matta nos explica que “munda” es lo contrario que “inmunda” se trata de una palabra que no existe, pero es común en él crear nuevas a su criterio y con esto hace alusión a que la libertad se convierta en motor de la sociedad y que trascurra desnuda,  es decir sin ataduras.
A fines de los 80´ en Santiago,  se publica el libro “Matta”: Conversaciones de Eduardo Carrasco, una tesis elaborada en forma de entrevista con el pintor chileno. A su vez, en el Museo Nacional de Bellas Artes de Santiago se cambia el nombre de la Sala Matta por Sala Chile, a solicitud expresa del artista. Al año siguiente,  se le restituirá el nombre original, en honor a Matta, cuando Nemesio Antúnez asume la dirección del Museo. Finalmente el 28 de abril le es otorgada la medalla Haydee Santamaría en ocasión del 30 Aniversario de Casa de las Américas.
Por otra parte como no podía ser de otra manera, Matta también tenía que experimentar con el arte digital pese a su edad, su espíritu inquieto y como lo ha demostrado ya su trayectoria, su empeño lo ha llevado a investigar y experimentar sobre estas nuevas posibilidades. Según él mismo  esto le brindaría nuevas posibilidades de apertura de la obra, ya que el trabajo con la PC, le otorgaría a su trabajo interactividad, ingravidez y especialización y a modo experimental  crea algunas obras. 
El 27 de agosto  de 1990, recibe el Premio Nacional de Arte en Chile, a los setenta y nueve años de edad. Como consecuencia de su larga trayectoria y reconocimientos,  en la subasta anual realizada por la Casa Sotherby´s, las obras del artista alcanzan altos precios, ubicándose entre los diez artistas latinoamericanos mas cotizados. En estos tiempos trabaja en Madrid con Rafael Alberti en dibujos y poemas automáticos, volviendo con ellos a las técnicas que caracterizaron los inicios de su pintura. También realiza una escultura de 10 metros de altura titulada “Cosmo-Now”  su temática  referida a los cinco continentes.
En 1991 se traslada a Sevilla para realizar el mural de cerámica de la Isla de la Cartuja, encargado por la Junta de Andalucía para el V Centenario del Descubrimiento de América. Ese año en agosto se inaugura el mural alegórico “Descubrimiento de América” en San Salvador, obra que pertenece a la serie titulada “Verbo América”.  El Museo Nacional de Bellas Artes de Santiago y el Museo de Bellas Artes de Caracas fue organizada la exposición
Matta Universo 11-11-11” como homenaje a los cincuenta años de vida artística y a los ochenta de existencia del pintor.  
Años más tarde, recibe el Premio Príncipe de Asturias y es nombrado patrono y vocal en el Instituto Cervantes en representación de las Letras y la Cultura Hispanoamericanas, por la realización de la serie de grabados “Don Quijote” basados en la obra homónima.
En cuanto a la exposición “Verbo América” antes mencionada, compuesta por pinturas y esculturas la cual  recorrió hasta 1993  diferentes ciudades españolas. Matta obtuvo en Salzburgo, Austria, el Premio Herbert Boeckl. Animismo,  logró una Exposición individual en el Museo Yakohoma de Arte, Japón en 1993.
En el año 1995, recibió el Premio Imperial de la Obra de Toda la Vida,  de la Asociación de Arte de Japón. Un año después, tuvo innumerables exhibiciones entre ellas  la Exposición “Verbo América Matta-Parra” en Chile, donde recibió el Premio Gabriela Mistral, la Orden al Mérito Cultural y Docente del Estado de Chile, así como el Premio Internacional de Arte Contemporáneo de Montecarlo, Principado de Mónaco. Asimismo fue  nombrado también Vocal del Patronato del Instituto Cervantes, España y Artista de Honor en Art in Miami 98.
En el año 2000, recibió el XI Premio Tomás Francisco Prieto de la Fundación Fábrica de Moneda y Timbre en  Madrid, España. A su vez  inauguró y participó en diversas exposiciones, un año mas tarde la empresa de Correos de Chile, emitió un Sello Postal en Homenaje a los Noventa Años del artista, en forma de homenaje. 
Finalmente, en el año 2002 el artista plástico Sebastián Roberto Matta Echaurren muere el 23 de noviembre en la ciudad italiana de Civitavecchia, lugar donde residió durante los últimos años de su vida. Años después siguieron homenajeándolo con reiteradas muestras en todo el mundo, hasta la actualidad.


5-3.  Las reflexiones de Roberto Matta sobre su trayectoria: La pintura, el arte y el ser artista.

Durante el último período de su vida Matta nos ha dejado sus reflexiones acerca del arte,  y  de lo que entiende acerca de los conceptos de arte, pintura y artista. Al respecto, en una entrevista realizada en Roma en 1991 en el mes de septiembre, Matta fue entrevistado telefónicamente por unos escritores colombianos, Amparo Osorio y Gonzalo Márquez Cristo, donde podemos destacar de ella, un análisis de Matta sobre su propia trayectoria, declaraciones sorprendentes sobre su postura ante el arte, la obra, la pintura y el rol del artista.
Por una parte, su pintura es sin duda reconocida por el mundo de arte, por generar innovaciones e innumerables aportes al  campo de la plástica y al ate latinoamericano,  por ello Matta estuvo en el mercado de arte durante su vida profesional. No obstante él nos revela su postura frente a su concepción de  obra de arte y la  instauración de esta. Además nos deja conocer directamente desde sus propias palabras para qué pinta, qué es lo que pinta y cuál es su intención con todo ello:

 “Intento pintar la explosión original, pero si quisiera definir mi obra diría que es una danza, en realidad a veces creo que una bailarina la hace con la levedad de sus pies. Podría titular un cuadro: Impromptu de Isadora Duncan o Nijinsky... No obstante siempre he vinculando al hombre con la naturaleza, cuando pinté los volcanes en erupción tan sólo quería mostrar un estallido interior…No podemos olvidar que somos cosmos. Los indígenas y todas las culturas primitivas lo sabían, pero nosotros ignoramos para dónde vamos. Y ni siquiera buscamos el consuelo de mirar un río, esa imagen poderosa que aumenta la mirada…Yo pinto para festejar las fuentes, los orígenes, también para conocer mi respiración. Siento muchas veces que los colores se van evadiendo de mí y les ayudo. Pero yo nunca me libero completamente porque aún no soy un todo con la naturaleza, con el universo, con los soles y satélites. Los hombres de la Edad del Fuego eran libres porque tenían esa intuición cósmica. Nosotros la hemos perdido, por eso el territorio del arte puede ayudarnos... –interrumpió de pronto su reflexión y agregó–: No escriba esto, lo que yo digo todo el mundo lo sabe, lo sabían los cavernícolas; sólo que ahora padecemos amnesia universal.” 17

Cuando  Matta define su pintura nos deja entrever qué concepto tiene acerca del arte y qué importancia tiene para él:

 “No puedo decir nada de mi pintura, porque el arte en general no me interesa. Creo que el hombre es un ser insignificante y pretencioso. Nada he pintado todavía que se pueda comparar con una hoja, con una bacteria. La pintura sólo tiene importancia para los críticos y para los mercaderes del arte, para los millonarios que la ostentan en sus salas; a mí sólo me importa la orientación, la rosa de los vientos del espíritu. Yo pinto para no olvidar el latido de mi corazón, el movimiento de las olas, las galaxias...”[1]

Habiendo repasado su trayectoria podemos definirlo como un hombre, inquieto, creativo y aventurero, social y carismático. En cuanto a su labor en el mundo del arte, como artista, ha pertenecido  a diferentes lenguajes artísticos la arquitectura, la poesía y la pintura, pasando también por diferentes disciplinas: el grabado, la escultura, el dibujo, la pintura, el muralismo la cerámica y el arte digital. Su obra ha transitado por diversos estadios, iniciándose en el surrealismo donde Matta ha generado innovaciones desde lo plástico.  Luego en un segundo momento, atraído por las cuestiones del contexto histórico en el que vivió, se vio interesado por el  arte social y político. Debido a ello, ha recibido innumerables premios reconocimientos y homenajes en vida sin embargo él nos dice respecto a esto:

“Un artista es una ventana, muestra lo que está detrás de las cuatro paredes, es como el cuadro que cuelga un preso para poder huir. Tal vez por esto pinto, intento aniquilar los muros con la idea de que alguien cautivo o afligido pueda volar. Nunca me ha interesado el reconocimiento y muchas veces he dicho que prefiero trabajar como artista póstumo. En Chile me quieren convertir en Gabriela Mistral y en muchas partes del mundo pretenden volverme un pintor famoso, petrificado; desean que mi imaginación se congele y que repita fórmulas o realice cuadros que la crítica pueda comprender; por eso siempre me distancio…He comenzado a desconfiar de mi obra desde cuando la empezaron a poner en las enciclopedias. Los museos generalmente cuelgan el arte domesticado, domeñado. Es triste ver amaestrada una obra que fue libre, observar al halcón regresando al brazo posándose sobre el guante de cuero de su amaestrador. No quiero figurar en la historia artística, ni en el mismo arte, sólo pretendo acostarme en la hierba para mirar las estrellas. Yo siempre he hablado de la libertad de la conciencia, de la sabiduría... Los profesores tratan de interpretarme, pretenden saber qué busco con mi pintura, pero lo único que quiero es ser parte de la mirada de algún extraviado, de alguien que se siente más solo que Adán...”[2]

A modo de cierre, hemos intentado recopilar cuales fueron los factores que influyeron en la creación de este destacado artista latinoamericano. Analizando  cada momento de su vida, cuales fueron sus variaciones de criterio en cuanto a sus concepciones teóricas respecto al arte y la pintura,  como estas fluctuaciones repercutieron en su accionar plástico y  por ultimo con ello también en su obra.
En síntesis,  el recorrido de su trayectoria se destacan dos periodos fundamentales: en sus inicios como surrealista, donde priorizó la expresión de un mundo interior a través de la pintura utilizando diversas técnicas exploratorias, aleatorias basadas en el automatismo guiado por su intuición poética. Luego por otra parte donde el  interés por la ciencia y la política, su concepción tuvo un giro hacia el sentido social del arte, desencadenando esto en una pintura comprometida social y políticamente lo que le costó la pertenencia al grupo de surrealistas. Iniciando seguidamente, un nuevo camino hacia el segundo período el arte social de la mano de las brigadas muralistas y con el apoyo de movimientos revolucionarios ligados al comunismo en Cuba.  



[1] MATTA, ROBERTO “Revista común presencia entrevistas” disponible en:
[2] MATTA, ROBERTO “Revista común presencia entrevistas” disponible en:






Conclusiones


En este trabajo de investigación en arte sobre las poéticas en la creación pictórica de Roberto Matta hemos podido analizar las diversas concepciones teóricas de este, sobre: la pintura, el arte y el ser artista en los diversos estadios de su pintura.  Y cómo estos fueron cambiando por la vinculación del artista con otros,  la incidencia del contexto,  los viajes, los acontecimientos  políticos y sociales. Asimismo además de conocer sus principales pensamientos sobre estas concepciones, también hemos analizado cómo estas fueron influenciando el accionar del artista: las técnicas, la elección de materiales, procedimientos y por último la temática de sus obras.
Debido a esta investigación hemos reunido material de entrevistas, artículos y catálogos  que se encontraban aislados y dispersos. Toda esta recolección en función de lograr conocer las poéticas de la creación pictórica de este artista tan particular.  Basándonos para ello,  en las definiciones que nos brindan Luis F. Noé acerca de la pintura y sobre el concepto de poéticas de Sandra Rey.  Principalmente en el sentido, que todo pintor va concretando su obra en función de lo que entiende por ella, y estos conceptos, que sostienen la obra son los mismos que determinan el camino que transita el artista hasta acabar la pintura, justamente este camino fue nuestro objeto de estudio.
En el primer periodo de la pintura de Matta, después de haber incursionado en los diversos lenguajes artísticos como  lo son: el diseño,  la arquitectura y la poesía hasta llegar a las artes visuales. Emprende allí  la primera etapa: la pintura surrealista, donde a partir  del automatismo guiado por la intuición poética, descubre un su realización un  universo interior hasta entonces nunca visto. Teniendo en cuenta que  esto fue apoyado desde su concepción teórica de ese momento, donde pintar no consistían en representar, sino en descubrir la obra. En este sentido, Matta ha hecho aportes no sólo al mundo de la pintura otorgándole una nueva dimensión al surrealismo, con una  concepción del espacio, sino que también ha generado rutas de comunicación para el arte latinoamericano con los circuitos del arte más importantes.
Es en este mismo periodo, cuando también se intereso por temas telúricos como la relación del hombre con la tierra  y con el arte precolombino inspirados por sus viajes a América. Luego de esto, es que  se sintió poderosamente atraído por la ciencia y la política lo cual le costó la expulsión del grupo de los surrealistas.
Debido a ello, es el inicio del segundo estadio de la pintura de Matta vinculada con el sentido social del artista y el sentido social y político del arte, volviéndose así su pintura denuncia y revolución. Esta nueva concepción lo llevo a vincularse con las Brigadas Muralistas en Chile y con partidos revolucionarios comunistas en Cuba.
Para concluir, estos dos períodos fundamentales en la obra de Matta, fueron analizados no sólo desde las características de las obras o en las temáticas que las motivaron. Sino que también y de forma conjunta con los pensamientos de este artista, sobre cada una de las dimensiones que comprende la obra: acerca del arte, la pintura y el ser artista. En fin, se mostró cómo todos estos cambios de las ideas marcaron e influenciaron su accionar, marcando sin duda la transformación y el crecimientote este artista plástico. 



Anexo 1

Roberto Matta: Entrevista en Roma

Un estallido interior.

Los poetas colombianos Amparo Osorio y Gonzalo Márquez Cristo, realizaron en Italia este reportaje al reconocido pintor chileno, quien fuera considerado durante décadas el artista más importante del mundo. Roberto Matta (1911- 2002) devela aquí su visión cósmica, su eterna rebeldía, su alto sentido de lo humano y esa irreductible lúdica que lo caracterizó a lo largo de su fructífera vida.
Era septiembre en Roma. El escritor chileno Gilberto Cáceres evocaba mientras caminábamos hacia nuestra decadente pensión cercana a la estación de Termini, su amistad con el pintor Roberto Matta, con tanta modestia y naturalidad que nos ofendía.
La ciudad estaba enrojecida por el verano y aunque permanentemente Cáceres nos señalaba algunos secretos lugares que había descubierto a fuerza de trasegar por esas calles deslumbradoras, todos sus intentos por seguir en el papel de guía quedaron condenados al fracaso, pues comenzamos a preguntarle acuciosos sobre ese pintor que era responsable de nuestra deformación cultural, de nuestra libertad poética, de nuestro compromiso interior; por ese artista que era parte de nuestra mirada.
Después de un agudo interrogatorio y algo molesto por los asedios, quizá pretendiendo deshacerse de tantas inquisiciones dijo: “Les daré el número telefónico de ese animal antidiluviano, pero les aclaro, tengan cuidado, porque es imposible no amarlo”.
Horas más tarde, iluminados por el vino, mientras escudriñábamos en la biblioteca datos sobre la vida y obra de Roberto Sebastián Matta Echaurren –para ocultar nuestra improvisación llegado el momento del reportaje–, terminamos apostando sobre quién debería acopiar el coraje para llamarlo. La moneda de mil liras saltó y ante la tranquilizadora derrota de Amparo, me tocó a mí, a este extraviado escritor colombiano, enfrentar a la famosa bestia lírica y ser el blanco de las más aguzadas ironías de uno de los últimos artistas míticos del siglo XX.
La voz grave de una mujer al otro lado del teléfono contestó con el característico pronto y pregunté en español por ese legendario hombre que había pertenecido a la esencia del surrealismo, que había sido precursor del Expresionismo Abstracto, que ejerció una influencia determinante sobre el arte latinoamericano y norteamericano, y que poseía una conciencia lúdica profundamente afinada, de la cual, como habíamos sido advertidos, era difícil salir ilesos.
Sin sobreponerme aún al temor y viendo que mis compañeros jugueteaban y hacían gesticulaciones para distraerme como niños traviesos, escuché la voz de mi victimario y dije:
–Aló, ¿maestro?
–No me llame así, que me recuerda a mis profesores de matemáticas, además yo nunca he podido enseñar nada.
–Bueno, lo llamaré, Roberto.
–Roberto no, por favor, es un nombre de cura.
Desconcertado me pregunté qué clase de personaje al otro lado se burlaba de mí, deduciendo que mi pretensión de una entrevista estaba por frustrarse. Intenté de nuevo optando por su segundo nombre:
–Sebastian, entonces...
–Tampoco, no soy un Festival.
Maldije a Cáceres por no advertirme qué clase de criatura delirante era, y supuse estar enfrentándome a un ser huraño, opuesto a la imagen que teníamos de él, y muy distante de la figura enriquecida por el amigo chileno.
–Matta, cuánto tiempo lo hemos buscado... –dije después de pensar la frase, creyendo que ésta sería la última opción de continuar escuchándolo.
–No me llame Matta, se lo ruego, así me llaman los críticos, esos personajes de ojos redondos como halcones que me quieren convertir en algo que yo no entiendo.
Recibí esta respuesta con desolación, permanecí callado hasta que escuché la carcajada infantil de ese interlocutor hechizante; entonces dije:
–Sé que lo han convertido en Matta pero le aclaro que yo no tengo la culpa y lamento que lo traten así esos seres de ojos redondos. Yo simplemente soy un escritor a quien usted le ha salvado la vida muchas veces y quien comparte su pensamiento de que hay guerras interiores que debemos librar aunque nos aguarde la derrota.
Solté el párrafo de un sólo tirón sin respirar y me quedé de nuevo a la defensiva. Mis compañeros vislumbraron la situación desventajosa en que me hallaba y se aprestaron a conectar al auricular nuestro precario sistema de grabación.
–¿Qué ocurre? –preguntó Matta escuchando los extraños ruidos y el murmullo de las voces.
–Que intento capturar esta conversación con la ayuda de la Gestapo tropical.
Oí su risa. Después el golpe de su respiración, y luego lo escuché decir:
–Mientras lo logra prefiero ir en busca de Baco.
Me pareció irrebatible su determinación y decidí imitarlo ante mis incrédulos acompañantes que se arrebataban la palabra sugiriendo preguntas. Mi confusión se hizo absoluta, bebí un largo trago y todavía atemorizado regresó la voz que del otro lado inquiría:
–¿Preparado para el combate...? La guerra interior se gana cuando el yo es transformado en tú. El reconocimiento del tú siempre es benéfico y el yo por el contrario fatídico, es más letal que un Tiranosaurio-rex.
Me sentí de nuevo acorralado y dije pausadamente:
–Hace una semana llegamos de Colombia para realizar un largo itinerario por Europa... Dirijo una secreta revista de literatura, casi de poesía... Sí, de poesía, y por eso queremos entrevistarlo.
–Sí, latinoamericano, lo noté por su acento, por eso quise gastarle esa broma, habría seguido, pero me pareció que estaba próximo a tirarme el teléfono. ¿En qué lugar está? Ah, cerca de Termini, es bueno conocer todas las ciudades desde la sobrevivencia... Sí, y los hombres. Aún no asimilo que se pueda hablar con una voz y no con una persona. Teléfono, significa aparato para hablar a distancia, pero en realidad creo que necesitamos un cercáfono. La técnica va a acabar por estropear el mundo e incluso le ha hecho daño a la ciencia y desde luego al hombre –dijo cayendo en esa lucidez fragmentaria, en esa especie de trance revelador que siempre lo asistía.
–Podemos conversar por la vía de la presencia cuando usted pueda; estaremos algunos días más en Roma, y si tenemos suerte de que los heroinómanos que todas las noches rompen la puerta de vidrio de nuestra pensión no se decidan a asaltarnos, a pesar de ser colombianos asistiremos puntuales a la cita.
–Escuché que era escritor, por fortuna no es periodista, me producen tedio. Siempre les digo: ¿para qué me preguntan a mí? Debemos interrogarnos primero a nosotros mismos. ¿Qué sacan con mis respuestas si nadie puede contestar quiénes somos? ¿O cómo se inició la vida? ¿O si hay vida? ¿O si podemos vivir sin ser avasallados por esta sociedad inhumana? –dijo dándole a la voz matices histriónicos–. Sin embargo será muy difícil que nos encontremos, deben disculparme, pero estoy preparando un viaje. Espero no defraudarlos, yo no soy un pintor, la verdad es que soy un viajero y debo obedecer a mis instintos.
–Siento mucho que no podamos conocerlo... ¿Podríamos hablar otro poco por teléfono? En mi país hay gente que necesita sus palabras.
–Sí, desde luego, pero yo no me merezco tanto... Usted trae en los ojos otro paisaje y en los oídos otra música. Viene de un continente que los europeos jamás han descubierto. Es mentira eso de Colón. Aquí nunca nos han visto de verdad y mucho menos en Francia o Alemania. Pero lo grave es que nosotros tampoco nos hemos visto, nunca nos hemos mirado, ni siquiera en esos espejos que citan los cronistas de Indias. Nosotros debemos crear el verbo americar y conjugarlo hasta el hastío. Yo americo, tú americas. Sería como respirar nuestras flores, ver el colorido de nuestras selvas, sentir el fluir de nuestros ríos, la erupción de los volcanes...
–Y pensar que los gringos se han apropiado de la palabra América...
–Estados Unidos no es un verbo, ellos son un gigantesco sustantivo que tiene la tendencia a hacerse cada día más enorme. Nosotros estamos más compuestos de sensaciones, de aromas, de cadencias, de ritmos... Estados Unidos ha intentado enceguecer al planeta... Cuando alguien pretende observar, esa cultura lo extravía, lo convierte en objeto, y la labor del artista es desprender las vendas, aguzar los sentidos.
–...Su pintura es como una sinfonía de Stravinsky, pienso en El Pájaro de Fuego...
–Intento pintar la explosión original, pero si quisiera definir mi obra diría que es una danza, en realidad a veces creo que una bailarina la hace con la levedad de sus pies. Podría titular un cuadro: Impromptu de Isadora Duncan o Nijinsky... No obstante siempre he vinculando al hombre con la naturaleza, cuando pinté los volcanes en erupción tan sólo quería mostrar un estallido interior.
–En su arte hay algo telúrico y el hombre es una especie de constelación. Como en el principio mismo, como en el arte rupestre. A veces sus personajes afloran del color para irradiar, para iluminar, son entes de energía, imágenes elementales del ser humano y de las cosas...
–No podemos olvidar que somos cosmos. Los indígenas y todas las culturas primitivas lo sabían, pero nosotros ignoramos para dónde vamos. Y ni siquiera buscamos el consuelo de mirar un río, esa imagen poderosa que aumenta la mirada.
–Usted es un artista de nacimientos, su pintura transmite el caos del origen, la violencia inaugural...
–No puedo decir nada de mi pintura, porque el arte en general no me interesa. Creo que el hombre es un ser insignificante y pretencioso. Nada he pintado todavía que se pueda comparar con una hoja, con una bacteria. La pintura sólo tiene importancia para los críticos y para los mercaderes del arte, para los millonarios que la ostentan en sus salas; a mí sólo me importa la orientación, la rosa de los vientos del espíritu. Yo pinto para no olvidar el latido de mi corazón, el movimiento de las olas, las galaxias...
–Un famoso cuadro suyo se titula La Tierra es un Hombre...
–Sí, pero el hombre también es la Tierra y ya nadie lo recuerda. Ni siquiera la pisamos, ahora hollamos el pavimento, y no vemos las montañas sino los edificios... El hombre primitivo era más sabio porque no iba a cometer un descuido tan peligroso y por eso la adoraba...
–Es un riesgo olvidar las fuentes...
–Yo pinto para festejarlas, también para conocer mi respiración. Siento muchas veces que los colores se van evadiendo de mí y les ayudo. Pero yo nunca me libero completamente porque aún no soy un todo con la naturaleza, con el universo, con los soles y satélites. Los hombres de la Edad del Fuego eran libres porque tenían esa intuición cósmica. Nosotros la hemos perdido, por eso el territorio del arte puede ayudarnos... –interrumpió de pronto su reflexión y agregó–: No escriba esto, lo que yo digo todo el mundo lo sabe, lo sabían los cavernícolas; sólo que ahora padecemos amnesia universal.
–¿Cómo fue su vínculo con los surrealistas?
–Fue una relación amorosa: los quería asesinar. Recuerdo a Magritte como mi primer amigo verdadero en ese grupo. Una tarde Dalí me envió con mis dibujos a una galería y fui ingenuamente sin saber que su director era André Breton; todavía me avergüenzo de esa perversa jugada de Salvador. Imagínese, yo llegué como un idiota donde ese poeta deslumbrante con mis precarios trabajos bajo el brazo. Él estaba empeñado en darle respiración boca a boca al arte aletargado, asfixiado, era un ser ejemplar. Cuando me invitó en 1937 a participar en ese Movimiento acepté inmediatamente y estuve con ellos hasta que una década más tarde el mismo Breton me excomulgó.
–Pero fue admitido posteriormente...
–Sí, y eso me quitó prestigio... –afirmó con ironía–. En esa época leíamos a Lautrémont, a Rimbaud, a Baudelaire y a todos esos maravillosos seres que habían decidido hacer de su vida un grito, pero también un relámpago que podía guiarnos en la oscuridad. Esa confrontación nos hacía crecer, era como galopar a contrapelo, como el pescador que siente los movimientos agónicos del pez en su sedal y mientras sus manos sangran, sabe que responde con el mismo elemento de vida al animal que se debate poniendo en juego todos sus recursos.
–También conoció a Le Cobusier. ¿Podría contarme alguna anécdota que ejemplifique ese tiempo compartido?
–Al graduarme de arquitecto fundé una fábrica de muebles en Santiago, luego fui marinero por algunos meses, se puede decir que huía de mi familia, de su aristocracia decadente. En 1933 llegué a París y busqué a Le Corbusier quien estaba en la cúspide de su celebridad; tenía la idea de que era imposible trabajar con él, sin embargo era muy fácil debido a que a nadie le pagaba. Usaba unos inmensos anteojos que parecían lupas y me trataba como a un simple mensajero. Creo que era un hombre desdichado. Una vez me envió a Rusia con unos planos y pasé casi dos meses en Moscú, donde tuve oportunidad de estar en los funerales de Gorki. Pero luego me volví surrealista.
–¿Y cómo fue su encuentro con García Lorca?
–A él lo conocí por mis tíos en Madrid. Recuerdo que organizaba reuniones y fiestas en la casa de ellos, tocaba el piano, entraba a la cocina y disponía de todo como si fuera suyo. Era una personalidad arrolladora. Yo le escribía a mi tía cartas en papel verde desde París, porque era el más barato, y Federico las leía frecuentemente dada la confianza que existía con ella; por eso cuando meses más tarde me lo presentaron, el poeta andaluz me dijo mofándose: al fin conozco a alguien que escribe en papel verde; por fortuna en ese momento yo no sabía quien era él porque me habría sentido intimidado. En esos días empezó la Guerra Civil Española y por precaución, debido a mi condición de extranjero, me fui a Portugal y allí me enteré del asesinato de García Lorca.
Fue un momento desgarrador para mí, por suerte Gabriela Mistral me acogió en su casa donde permanecí por algunas meses y pude conocer su gran disposición para la rebeldía, para la revolución. Un día le hice saber que estaba enamorado de ella, y abrazándome con ternura afirmó que yo podía ser su nieto. Era una mujer de una extraordinaria generosidad...
–Su pintura fue fundamental para el desarrollo de la plástica del siglo XX, sin embargo usted siempre se ha burlado de esto...
–He comenzado a desconfiar de mi obra desde cuando la empezaron a poner en las enciclopedias. Los museos generalmente cuelgan el arte domesticado, domeñado. Es triste ver amaestrada una obra que fue libre, observar al halcón regresando al brazo posándose sobre el guante de cuero de su amaestrador. No quiero figurar en la historia artística, ni en el mismo arte, sólo pretendo acostarme en la hierba para mirar las estrellas. Yo siempre he hablado de la libertad de la conciencia, de la sabiduría... Los profesores tratan de interpretarme, pretenden saber qué busco con mi pintura, pero lo único que quiero es ser parte de la mirada de algún extraviado, de alguien que se siente más solo que Adán...
–Bueno, pero no se ensañe conmigo –dije y al escuchar su risa supe que podía seguir conversando–: Usted alguna vez afirmó que sólo el verdadero arte es capaz de salvarnos...
–Un artista es una ventana, muestra lo que está detrás de las cuatro paredes, es como el cuadro que cuelga un preso para poder huir. Tal vez por esto pinto, intento aniquilar los muros con la idea de que alguien cautivo o afligido pueda volar. Nunca me ha interesado el reconocimiento y muchas veces he dicho que prefiero trabajar como artista póstumo. En Chile me quieren convertir en Gabriela Mistral y en muchas partes del mundo pretenden volverme un pintor famoso, petrificado; desean que mi imaginación se congele y que repita fórmulas o realice cuadros que la crítica pueda comprender; por eso siempre me distancio.
–A usted lo consideran un artista comprometido ¿Fue militante del partido comunista?
–Para decir verdad, sólo he sido militante del surrealismo y eso sin llegar nunca a lo dogmático... Jamás creí en el l'engagement o compromiso político, e incluso en Cuba he hablado varias veces de la poética de la revolución, de la formación de un nuevo hombre. Los movimientos y partidos a los que alguna vez he pertenecido de manera quizá sesgada, han entendido muy pronto que prestaba un mejor servicio estando afuera y optaron por expulsarme –agregó eufórico.
Notándolo fatigado por mi interrogatorio imprevisto, un poco temeroso me atreví a añadir:
–Es conocida su fuerte relación con la poesía y su defensa de lo irracional...
–Es parte de mi compromiso radical con el instinto. Aún no hemos creado al artista esencial y mucho menos al verdadero hombre. El primitivo respondía por asociaciones mágicas, poéticas, intuitivas... La poesía fue la ciencia en el pasado y tenemos la opción de que la ciencia sea la poesía del futuro, y que se fusionen. Ella es el là-bas, el último peldaño, es una reveladora de signos. Si yo siembro en mi interior el dolor, la locura, la destrucción, el amor, como lo hace el poeta, puedo percibir cosas que cotidianamente están ocultas, develar lo que se esconde para la mirada convencional, extraer la luz subterránea. De todo lo que conozco, sé que es la poesía nuestra última oportunidad de supervivencia!
Agradecí atropelladamente y escuché el tintineo de los hielos en el fondo de su vaso. Después de despedirme, sentí en cámara lenta el descenso del auricular hasta el corte de la comunicación. Evoqué a ese hombre de baja estatura y de cabello ondulado que había visto en las fotografías, regresando como yo a esa realidad que desde el comienzo de su vida intentaba transformar. Lo imaginé parado frente a una de sus enormes pinturas volcánicas de intenso colorido y como si me siguiera guiando recordé una de sus frases memorables: La verdadera guerra se libra en las entrañas, no debemos dejar que el sueño use grilletes, un día regresarán los dioses y advertiremos que tienen nuestro rostro.
Roma, verano de 1991
Derechos reservados
© Amparo Osorio y Gonzalo Márquez Cristo
http://artistasconjurados.blogspot.com/
Disponible en:
http://comunpresenciaentrevistas.blogspot.com/2006/11/roberto-matta-entrevista-en-roma.html


Anexo 2


Afiches y murales. Gráfica política 1970 – 1973.
... Ahora, yo he tratado de ennoblecer materiales que parecían viles, como por ejemplo el barro, trabajando así tú te encuentras con que se pierde un primer miedo a la base, a la primera alineación de una persona que quiere contarnos dónde y cómo le duelen las relaciones humanas. El tipo no las puede decir plásticamente porque cree que hay que ir a la escuela de Bellas Artes para decir esas cosas, en realidad todo el mundo las dice. Ahora si uno pudiera y si aceptáramos eso de trabajar en brigadas, usar esas materias fáciles: negro, blanco y brocha, en los muros de las casas de los campesinos o en los barrios modestos, o en las fábricas. Es lo que han hecho, en forma más sofisticada como técnica, las brigadas con su arte casi adolescente ...
Conversación del pintor Roberto Matta con los alumnos de Bellas Artes,
Instituto de Arte Latinoamericano. 25/octubre/1971. Grabado por E. Saúl.

Roberto Matta:
A mí me parece que lo más importante en el contexto de Chile, en el momento en que estamos, es que el artista salga a la calle. Que salga a la calle en forma simple. Porque no somos nosotros los que vamos a hacer aparecer esta ideología nueva: va a venir de abajo. Pero no va a venir de abajo hasta que la gente que trabaja principie a decir dónde le duele en su afectividad. Cómo está su afectividad herida. Dónde y cómo le duelen las relaciones humanas. Una masa es un conglomerado. Ahora, el interés es crearle una necesidad que valga la pena. No hacer propaganda para que compren una cosa inútil, hacer propaganda para que cambien la forma de vivir. Esa es la importancia de estas brigadas que han nacido en Chile y que no existen en otra parte, ni siquiera en Cuba.
Estas brigadas pueden hacer aparecer la afectividad del pueblo chileno. Tendrán que ser más y más hábiles a través de la poesía y el humor para hacer una propaganda a a la ideología, no sólo el aspecto exterior de la actualidad. Me parece muy importante limpiar la reputación que tratan de darle a estos muchachos del pueblo. Las brigadas con que he trabajado, la brigada Ramona Parra, por ejemplo, son un modelo como trabajo voluntario. Esos muchachos, de no más de diecisiete años, lo hacen fuera de sus horas de estudio o de trabajo. Y están tratando de crearse una especie de universidad popular. A propósito de los problemas, por ejemplo, del arte. Yo he hablado con ellos. Corresponden, en la clase en que yo viví, a la edad universitaria. Estas brigadas tratan de saber lo más que pueden y al mismo tiempo de ejercer. El gran problema en las universidades burguesas es que el oficio que se está estudiando en la universidad no da un lenguaje para entenderse con los trabajadores. Hay en las brigadas una voluntad de universidad popular. Y son enormemente receptivos, como esponjas.
La universidad es un campo de batalla, porque ahí se están formando los defensores de los intereses. Y los intereses se enfrentan ahí como en una cancha de tenis. Como la historia no puede volver atrás es fatal que se va a crear una nueva estructura de la juventud. En las luchas sociales siempre hay como una guardia roja. Siempre la ha habido. Sólo que se la ha llamado de distintas formas: los jóvenes criollos de la Independencia correspondían a esta guardia roja.

Aquí encajan estas brigadas, que a mi juicio tocan el problema de abajo para arriba. Son una cosa positiva sobre la cual se puede inventar algo, se puede crear algo. Me parece que la función de las artes plásticas es hacerle propaganda a esta nueva ideología revolucionaria, a esta nueva poesía, a esta nueva manera de verse, a esta nueva forma de vivir juntos, de crear juntos y de hacer cosas juntos.
Del libro Pintura Social en Chile, de Ernesto Saúl
Ediciones Quimantú. Marzo de 1972
    
-Tú trabajaste en Chile pintando murales con la brigada Ramona Parra ...
En realidad, era una especie de manifestación de solidaridad, de amistad. Recuerdo que cuando hacíamos ahí en La Granja estas cosas, por ejemplo, primero los había organizado con colores: uno era el verde, otro era el rojo, otro el amarillo, otro el blanco, otro el negro, con el tarro. Era en una piscina. Yo necesitaba el rojo y el rojo estaba en la piscina. Yo le echaba una puteada porque tenía que tener el rojo y había que esperar que llegara porque se estaba secando. Y el verde, por ejemplo se estaba columpiando o se estaba tomando una cerveza. Y el azul estaba ahí, pero no era el azul lo que yo quería. Entonces tenía que usar el azul en vez del verde. Así las banderas rojas salían azules. Quizás, puede ser, que yo les haya dado un poco de humor, y con ese humor, que es la parte suplementaria de la poesía, se despierten para ver ciertas cosas. El trabajo de la brigada era de ese tipo.
Yo estaba en el hotel Crillon. No había mucho que comer de todas maneras, pero, en fin, ellos no tenían nada y yo los invitaba a comer. Primero, si no hubiera habido el gobierno de la Unidad Popular no los habrían dejado entrar, porque tú te puedes imaginar cómo eran. Y entonces, como estaba yo allí, por eso los dejaban entrar. Estábamos en la mesa y pedían cosas. Y estos mozos de allí, que eran de esos mozos siúticos, entonces estaban como ofendidos de tener que servir rotos. Ellos se arrotaban si servían rotos y se acaballeraban si servían caballeros. De manera que estaban todos con las bocas fruncidas. Pero lo más divertido es que como llegábamos tarde, al fin toda la gente empezaba a irse. Quizás se iban también porque ellos llegaban, pero en fin. Ellos entonces se paraban y se comían todo lo que quedaba en las otras mesas. Todo sucedía en una especie de chacota. No era una cuestión didáctica ...

La relación con la brigada Ramona Parra era una relación dirigida a despertar en cada uno de ellos un yo vivo, de hecho, en vez de un yo aprendido y un yo imitador o un yo miedoso, no representarse un yo a través de la nariz o de la carta de identidad, sino representarse un yo como un aferrar con los ojos muy abiertos todas las relaciones que tienen las cosas y todo lo que está pasando en la selva de la suciedad en que uno vive. Así es como hablaba con ellos.
-¿Estimas que en el Chile postfascista este movimiento tiene un futuro?
Lo primero que quiero decirte es que yo conocí la última ola, no conocí a la primera ola, la propia brigada Ramona Parra, sino a los nietos de la brigada, que eran los más chicos y son los que están allá. Había hasta de trece, doce años.
Primero habría que plantear la cosa de otra manera. Yo la veo como una infección. Creo que no sirve sólo la voluntad y la razón para ser revolucionario. Hay que tener ganas profundamente. Hay que enamorarse de la idea de que hay una especie de injusticia terrible. En el fondo no es que uno pueda hacer cosas, es decir, hay gente que puede hacer cosas organizando. Pero lo más importante que puede hacer un ser un ser humano es hacerse él, el invencible. Y creo que el trabajo de una cultura nueva sería hacer hombres invencibles. Hombres invencibles, es decir, con una gran voluntad de crear, de ver las cosas diferentes, de destapar las cosas para ver qué son y ver lo mismo hasta donde pueda llegar su imaginación, ... Estar creando cosas, viendo las cosas de otra manera, en vez de estar allí en un frigorífico, en un yo frigorífico. De manera que yo creo que una de las primeras cosas, si fuera posible hacer una especie de cultura popular, una cultura para todos, sería sobre todo eso: fomentar la vitalidad de la imaginación de cada uno, la vitalidad no en el sentido del consumo, no la imaginación para querer comprarse otra radio o querer tener una corbata colorada, sino en el sentido de descubrir más y más cómo es de rico el ser humano. Porque quizás la función de la vida en el fondo es antes de morirse dar manzanas. Todos somos manzanos. Y hay una cantidad de manzanos, como mujeres, que no han parido. ¡Qué vaca los habrá parido! Entonces si tú no das tus manzanas en el fondo no vives. Y eso me parece a mí que es la función en el dominio cultural de lo que se llama la revolución. Porque la revolución, para mí es el subconsciente de la historia. Es decir, son los deseos profundos de la historia. Del tiempo. Hay deseos profundos que realizar, pero por razones prácticas y tácticas se llama revolución un partido político o una canción o una bandera o un libro. Pero en realidad la revolución es muy profunda; es el verdadero sentido de la vida.
-Lo que hizo la Ramona Parra se expandió por todo Chile. Pintó la lucha, condenó al mentiroso, al negativo, y al mismo tiempo pintó la esperanza y pintó las cosas. ¿Te parece que está agotado eso?
No. Pero cómo decirte. Es muy malo ser bueno. Y todo esto era bueno. Mientras, ¿Quiénes son esta gente, estos abominables que salieron de los armarios de uniformes y que bombardearon Chile y que mataron a todo el mundo? No se sabe quiénes son. Son cosas raras, pero un día se sabrá qué cosa son. Pero lo que a mí me parece que era equivocado, como la palomita de Alberti, que se equivocaba la palomita... La palomita es buena, pero se equivoca. Entonces yo encuentro que estas protestas de la Ramona Parra eran de gente buena. Y no se debe ser bueno, se debe ser realista. Porque la bondad es un ideal que se puede conseguir al fin de la realidad pero no sin la realidad, no antes que la realidad. Antes de la realidad la persona buena es engañadora en cierta manera, porque da una imagen de paz que no existe, de solidaridad que no existe. Habría sido más creador mostrar la desunidad para que la gente se uniera y no cantar una unidad que no existía. Entonces, es ése mi argumento contra la parte idealista de esta bondad. Yo creo que el segundo acto de un grupo como éste es hacer ver la realidad. Así se verá qué está pasando verdaderamente, y no ilusionarse con una cantidad de banderas y sonetes, porque te impiden revisar lo que estás viendo y penetrar más en lo que está sucediendo. Te ponen en una situación de confortable tibieza en la que crees que la manifestación es la realidad. Y la manifestación es una euforia, es casi una bacanal, una cosa donde naturalmente todo el mundo está de acuerdo...
Extractos de conversación con L. Guastavino y G. Torres
Revista Araucaria de Chile N°1 – 1978











Anexo 3

Imágenes de Matta Trabajando en su taller.



Blibliografia



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El artista del mes Catálogo, Museo Nacional de Bellas Artes, La Habana, 15 al 26 de febrero, 1964. Disponible en: http://www.casa.cult.cu/matta/reflexiones.htm

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Matta Roberto y Guattari Félix  El Oestrus.  Estudios públicos. Disponible en: www.cepchile.cl/dms/archivo_1737_1276/rev45_matta.pdf -

MATTA, ROBERTO Tras las huellas de un gigante. Argentina. Ed. Ennio Ayosa  Impresiones. 1998                                               
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MATTA, ROBERTO Revista común presencia entrevistas disponible en:

NOÉ, LUIS FELIPE.  Noescritos, sobre eso que se llama arte Argentina. ED. Adriana
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SITIO Web: AÑo Matta Disponible en:  http://www.casa.cult.cu/matta/inicio.htm